Montevideo, 16 may (EFE).- El programa de Residencia por Arraigo creado por el Gobierno de Uruguay permitirá regularizar la situación de unos 20.000 migrantes -la mayoría de estos nacidos en Cuba- que podrán tramitar la residencia.
Así lo explicó este jueves durante una rueda de prensa el canciller del país, Omar Paganini, quien indicó que este mecanismo hará que dichas personas abandonen una situación irregular y tengan la posibilidad de ser ciudadanos legales y obtengan documentación.
«Esto permite resolver el tema de la reunificación familiar de estas personas, que es uno de los temas muy importantes desde el punto de vista de sus derechos. Así que creemos que es una muy buena noticia para un colectivo importante que hay en nuestro país, que estaba esperando trámites en la Comisión de refugiados pero que eran trámites que podían no salir favorables en la medida en que no cumplen las condiciones de refugio político», apuntó.
Paganini detalló que esto solucionará la situación de unas 20.000 personas que necesitan visa para ingresar a Uruguay y que lo hicieron sin tenerla bajo la figura de refugiados.
«Esto sobre todo tiene que ver con las personas que piden refugio porque no tienen la visa y no son elegibles para el refugio. Entonces básicamente estamos hablando de personas de origen cubano o de otros países que se requiere visa», dijo.
Y añadió: «Entran como refugiados pero no son refugiados y ahí es que se genera este limbo reglamentario que es el que nos permite resolver el decreto», puntualizó el ministro, quien añadió que la mayoría de estos son cubanos.
Por otra parte, explicó que para poder tramitar la residencia por arraigo las personas deben estar trabajando, alojados o deben tener familia en Uruguay.
Finalmente, el titular de la cartera remarcó que esta es una solución transitoria para toda la gente que ya inició el trámite y que luego se evaluará cómo sigue el proceso y los pasos a seguir.
«Por ahora no es una solución definitiva, por lo tanto no es ‘vengan, que esto funciona automáticamente'», concluyó Paganini. EFE