Montevideo, 18 jun (EFE).- Los avances de Uruguay en la adopción de la nueva normativa europea sobre la deforestación, para exportar hacia los países que integran esa comunidad, fueron destacados este martes durante la presentación de los resultados de un proyecto de certificación de productos agroexportables.
Rosa Oliva, técnica especialista del Programa AL-INVEST Verde, que promueve la Unión Europea, destacó que durante esta etapa se ha facilitado el intercambio sostenible en el tiempo entre Uruguay y la autoridad competente de España para el cumplimiento del reglamento, el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico.
Asimismo, valoró los dos envíos de productos forestales certificados desde el país a Portugal y a Estados Unidos con los que se hizo «una experiencia piloto» que resultó en un embarque de madera aserrada hacia Norteamérica, cumpliendo con todos los requisitos de la regulación europea.
«En un esfuerzo por cumplir con la nueva normativa, se ha realizado una experiencia piloto en colaboración con madera del Uruguay. Estos esfuerzos han resultado en la preparación del embarque de chip hacia Portugal que cumple con todos los requisitos establecidos por la nueva regulación», detalló la experta.
El pasado abril, Uruguay hizo su primera exportación de madera aserrada marcando un hito tras la entrada en vigor de la nueva normativa de la Unión Europea sobre productos libres de deforestación.
La reglamentación, vigente desde el 31 de diciembre de 2024, exige que los productos destinados al bloque continental provengan de áreas sin deforestación.
Pese a la experiencia positiva de estos avances, el ministro uruguayo de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos, se mostró en desacuerdo con las exigencias europeas de certificación de productos agros a las que calificó de «hipócritas».
«Estas exigencias de demostrar que nuestras exportaciones hacia Europa provengan de zonas no deforestadas contiene un contenido de cierta hipocresía, porque no va a resolver los problemas que nos preocupan en cuanto al cambio climático», explicó.
«El cambio climático es generado por los países desarrollados y desde el Mercosur también podríamos exigir lo mismo de Europa: ¿De dónde proviene el acero con el que se construye la maquinaria agraria? ¿Es sostenible o es generado por quema de carbón en una usina térmica?», dijo el ministro, y puso también de ejemplo los dispositivos electrónicos que provienen de países asiáticos «que no cumplen con estas reglas laborales», continuó.
Mattos indicó que «lo que Uruguay no quiere» es burocratizar, encarecer y «complejizar el comercio», aunque, a su juicio, «está suficientemente protegido» para sumar costos adicionales.
A pesar de su desacuerdo, aseguró que no evitarán que el comercio fluya con sus socios comerciales, porque como país exportador tienen que estar ajustados a las normas internacionales que lo rigen.
Finalmente, el ministro uruguayo subrayó que Uruguay es un país que «demostradamente no deforesta» e insistió en que es el único país que puede demostrarlo en toda América Latina en el que ha crecido en su masa forestal y que protege varias leyes, la última con casi 40 años, que protege el bosque nativo. EFE