Miami, 1 jul (EFE).- La Conmebol asegura que el tamaño de las canchas no puede ser una excusa para justificar los retrasos de las selecciones tras el descanso, una infracción que ha costado la suspensión a cuatro técnicos en esta Copa América.
El seleccionador de Perú, Ricardo Gareca; el de Argentina, Lionel Scaloni; y el de Venezuela, Fernando Batista, no pudieron dirigir a sus equipos en la tercera jornada de la fase de grupos, como tampoco lo podrá hacer esta noche el entrenador de Uruguay, Marcelo Bielsa, por ser reincidentes en saltar al terreno de juego antes del comienzo de la segunda mitad de sus partidos.
La insólita situación, que estipula el reglamento de la competición en los artículos 104 y 145, ha motivado las quejas de los entrenadores, que consideran entre otras causas que la distancia del terreno de juego a los vestuarios, en estadios concebidos en su mayoría para albergar partidos de fútbol americano, propicia que se demoren en regresar a la cancha.
Cuándo poner en marcha el cronómetro
El más directo fue el uruguayo Jorge Fossati, entrenador de Perú, uno de los no sancionados por este motivo.
«Merecería un ajustecito para ver si nos dan los tiempos necesarios, para que no se cometa el grave de error de salir un par de minutos tarde y que los responsables seamos los técnicos, como si le dijéramos a los jugadores que salgan más tarde y seamos responsables de que un jugador se quede más», dijo a periodistas antes del encuentro con Argentina, en el Hard Rock Stadium de Miami.
«Hay que mirar muchas cosas. Cuando termina el primer tiempo, no es el momento de poner el cronómetro, sino cuando llegas al vestuario. En varios estadios, el vestuario está como a un kilómetro y eso hay que mirarlo. No me parece bueno para la fiesta que es la Copa que el entrenador principal no pueda estar por este simple detalle, aunque cuando uno trabaja con un cuerpo técnico, que no esté el principal no va a afectar», añadió.
De igual forma, Diego Reyes, el ayudante de Marcelo Bielsa, explicó el lunes por qué no se puede ser tan estricto.
«Durante un partido sabe que son muchas las actividades que se realizan en ese corto lapso de tiempo. Hay un trayecto desde la cancha hasta el vestuario, el cual hay que tener en cuenta y luego hay una charla técnica, hay un descanso de los jugadores, hay distintas actividades que se van trabajando durante el durante el descanso, durante estos 15 minutos y bueno, claramente son cosas que pasan dentro del vestuario o un jugador que se cambia ropa o alguno que tiene que ir al baño», explicó.
Para Bruno Guimaraes, centrocampista brasileño, esta situación hace que los jugadores no descansen como debieran, pendientes de no perder a su entrenador.
«Tenemos a alguien que está mirando el cronómetro en el intervalo, pero creo que la Conmebol tiene cosas más importantes de las que preocuparse que eso», afirmó el pivote del Newcastle en una rueda de prensa en vísperas de medirse a Colombia.
«No queremos perder a nuestro entrenador. No queremos superar el tiempo. A los 11 minutos salimos corriendo al campo para no perder a nadie en este camino», declaró el centrocampista.
Allison y Dorival, a favor pero con matices
La opinión de Guimaraes, sin embargo, contrasta con la del guardameta del Liverpool y capitán brasileño, Allison Becker, que sí ve positivo que se cumpla la norma, aunque sin rigidez.
«Eso es beneficioso. Hay que cumplir con los horarios, pero al mismo tiempo en el fútbol la flexibilidad es positiva. Puede mejorarse en algunos puntos, pero no ayuda mucho venir aquí a la sala de prensa y criticar o lamentarse», manifestó.
Y Dorival Junior, el técnico de la selección brasileña, se sitúa en un punto intermedio; admite que se necesita un control, pero también que la distancia hasta los vestuarios es demasiado larga.
«Es necesaria una organización mínima. El fútbol necesita organización. ¿Es posible hacer algunos ajustes? Sí, pero lo más importante es cumplir y respetar los horarios», señaló el preparador de la Canarinha.
Dorival también insistió en que la llegada y el retorno a los vestuarios está siendo «un poco complicado» porque «a veces» las distancias con el terreno de juego «son muy largas», si bien señaló que están intentando cumplir con la norma.
La CONMEBOL negó este lunes a EFE que ese sea el motivo de los retrasos. “Cualquier estadio grande de mundial o de competición importante, por las dimensiones del campo, tienen caminos más largos. No creo que esa sea la razón de los retrasos que estamos teniendo en la Copa América”, dijo a EFE Federico Nantes, Director de Competiciones y Operaciones de la Conmebol.