Por Laura Barros
Asunción, 7 jul (EFE).- Los cancilleres del Mercosur, el bloque que integran Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia, coincidieron este domingo en la necesidad de explorar nuevos mercados y modernizar este mecanismo, en una reunión marcada por disensos que amenazan con hacer naufragar el documento de cierre.
Los ministros de Exteriores prepararon el terreno para la cumbre de presidentes que encabezará este lunes el anfitrión, Santiago Peña, y a la que han confirmado su asistencia sus colegas de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; Uruguay, Luis Lacalle Pou; y Bolivia, Luis Arce, así como el mandatario panameño, José Raúl Mulino, en calidad de invitado.
No acudirá el gobernante argentino, Javier Milei, en medio de sendas controversias con Brasil y Bolivia.
Desacuerdos
Al término de la segunda plenaria de cancilleres, que incluyó a delegaciones de los Estados asociados, el canciller paraguayo, Rubén Ramírez, dejó en evidencia los disensos para aprobar el comunicado conjunto de la reunión de Asunción.
«Queda un artículo del comunicado conjunto que hay que trabajarlo más», afirmó Ramírez, quien confirmó la aprobación de una declaración especial sobre lucha contra el crimen organizado trasnacional.
El ministro pidió entonces «la mejor voluntad de las delegaciones».
«Sino vamos a quedarnos sin declaración. Sería lamentable que la integración no pueda superar la redacción de un párrafo que nos deje a todos con la tranquilidad y la seguridad de poder seguir adelante», remató.
La jornada arrancó con las deliberaciones de los cancilleres, que examinaron los aciertos y desafíos de este bloque que surgió hace 33 años como una apuesta innovadora de integración, pero que ahora requiere acercar posiciones y mantenerse como una plataforma atractiva para el intercambio comercial.
Zona de libre comercio
El canciller uruguayo, Omar Paganini, cuyo país recibe de Paraguay la presidencia semestral del organismo, reconoció que más de 30 años después, el Mercosur aún está distante de ser «una zona de libre comercio».
«No necesariamente en términos de eliminación arancelaria, sino de las medidas de carácter administrativo, financiero, cambiario o de cualquier naturaleza, mediante la cual alguno de nosotros como Estados parte impide o dificulta el comercio recíproco», explicó.
Puso entre las prioridades de Uruguay «profundizar la agenda externa», al advertir que el bloque enfrenta altas tasas arancelarias en otros mercados, pese a ser «la principal potencia agroexportadora neta a nivel mundial».
La canciller argentina, Diana Mondino, aseguró en su discurso que el Mercosur necesita un «shock de adrenalina» para avanzar en el comercio al interior del bloque y en su relacionamiento con otros mercados.
Mondino consideró «innegable» el estancamiento del mercado intrazona en los últimos diez años y se quejó de las barreras arancelarias y paraarancelarias «entre nosotros mismos».
También dijo ver un «alto grado de inercia» del bloque cuando «el mundo va más rápido», y señaló que Mercosur no tiene la agilidad ni la capacidad para proyectarse hacia los temas del futuro, como la inteligencia artificial.
La titular de Exteriores abogó por explorar acuerdos con Vietnam, Indonesia y países de África, aunque planteó la posibilidad de que los acuerdos se den de forma bilateral.
Sin imposiciones
A su turno, Ramírez defendió que el Mercosur busque acuerdos con países o bloques con «similar vocación aperturista» y que deje de lado los acercamientos que no han traído avances ni resultados.
Sin aludir abiertamente a las negociaciones con la Unión Europea (UE), indicó que no claudicarán «en aceptar imposiciones de políticas proteccionistas de parte de países desarrollados que con discursos bien intencionados pretenden establecer medidas que finalmente se transforman en trabas al comercio».
Paganini, sin embargo, consideró que las negociaciones para el cierre del acuerdo comercial alcanzado con Europa en 2019 debieron concluir el año pasado.
En todo caso, expresó el «firme compromiso» de Montevideo de retomar los intercambios sobre las cuestiones pendientes, con miras a concluir ese proceso «prioritario tanto económica como geopolíticamente».
Por su parte, la canciller de Bolivia, Celinda Sosa, celebró la incorporación de su país como miembro pleno del Mercosur y recordó el fallido intento de golpe de Estado del pasado 26 de junio, para agradecer el respaldo de sus socios.
Fue ese asunto motivo de discordia con Buenos Aires, después que el Gobierno de Javier Milei tachara de «falsa» la denuncia de su homólogo Arce.
También en su intervención, el canciller de Brasil, Mauro Vieira, aludió a la intentona contra Arce y recordó los hechos acontecidos en su país en enero del año pasado, cuando las sedes de los tres poderes fueron asaltadas por bolsonaristas radicales.
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