Por Luis Villarejo
París, 26 jul (EFE).- Los deportistas comenzaron su periplo en París 2024 el pasado miércoles con el debut del fútbol y el rugby 7. Pero la ceremonia inaugural dio el auténtico pistoletazo de salida a los JJOO con un evento donde Francia puso su clip, su reel en el mapa, vendiendo su imagen de marca al mundo entero, para mantener su liderazgo turístico mundial. La lluvia deslució la atmósfera, el continente. Pero el decorado, el contenido, es tan fastuoso, que ver la pirámide del Louvre o la torre Eiffel iluminada de noche con los aros olímpicos, eclipsa cualquier turbulencia.
Francia siempre utilizó el cine para promocionar sus productos. En las películas francesas los actores siempre conducen coches ‘fabriqué en France’. Y su industria, su imagen de país no podía dejar pasar esta oportunidad para recordar al planeta a través de la televisión que sus ‘bateau mouches’ navegan por el Sena, e invitan al próximo viajero a que den un paseo próximamente si visitan París.
La puesta en escena de París 2024 nos enseñó todas sus fortalezas. Sus tradiciones, con orgullo, como el cabaret, de la mano de Lady Gaga. Planos cenitales nos pasearon por el Louvre; Zidane siguió siendo icono ‘blue’ e interpretó un vídeo mostrando su antorcha por las entrañas del renovado metro de la ciudad; y el mundo del diseño y del lujo, lo interpretó el baúl de Louis Vuitton, que en todos sus formatos abraza el mundo del deporte. La última vez, guardando el tesoro de la última Copa del mundo que levantó Leo Messi en Qatar.
El baúl se puso en boga para trasladar el equipaje de la española Eugenia de Montijo, a finales del siglo XIX e inicios del XX, siendo esposa de Napoleón III, entre otros destinos a Biarritz, en las vacaciones de verano. Ella dio un impulso a Vuitton, un chaval muy humilde que llegó del pueblo a París andando con 16 años para ser aprendiz de artesano. Puso la semilla del actual ‘imperio’.
La inauguración homenajeó a las mujeres francesas. A históricas referentes, inspiradoras para la sociedad como Alice Milliat, Paulette Nardal, Jeanne Barret, Christine de Pisan … con La Marsellesa de fondo. Y recordó el legado de Gustave Eiffel, el ingeniero civil, que empleó el hierro como elemento para construir puentes para los ferrocarriles franceses. Eiffel dejó legado en España. Desde su taller se crearon estructuras como la pasarela sobre el río Onyar en Girona.
La torre Eiffel fue el gran reclamo de la noche. 10.500 deportistas entran ya en juego. Las ceremonias agotan. Por eso, muchos se quedaron a cubierto y lo vieron por la tele. Son ya varias las ciudades, cuyos habitantes, incluso en referéndum, rechazan organizar los JJOO. Munich, Roma, Estocolmo, Cracovia, Hamburgo… no lo vieron claro. La vieja Europa, con París al frente, se resiste a dejar esta postal en manos de otros continentes y países emergentes. Y como traca final, un detalle de pureza, alejado del chovinismo, dando espacio a Rafa Nadal, Serena Williams, Nadia Comaneci y Carl Lewis, en la recta final del camino de la antorcha que culminaron Marie-José Perec y Teddy Riner encendiendo el pebetero en el jardín de las Tullerías.