Dicen que los abuelos son una deliciosa mezcla de risas, cuidados, historias maravillosas y amor.
A pocas horas de la celebración del «Día del Abuelo», les dejamos una entrevista realizada por Padres hoy a la psiquiatra de niños y adolescentes, Natalia Trenchi, donde la profesional habla de la importancia de este rol en la crianza de los niños, en la construcción familiar y social.
¿Cuál es la importancia de los abuelos en el entramado familiar?
Es muy importante el rol de los abuelos, lo ha sido siempre y hoy particularmente. Vivimos en una época donde los cambios se han dado muy rápido, una innovación tras otra, en transporte, comunicaciones, medicina, tecnología, entretenimiento. Entonces los que están en edad de ser abuelos son, de alguna manera, testigos de otro mundo, de otra vida, de otras costumbres y de otra manera de hacer las cosas. Uno de los aspectos más interesantes es justamente poder aportar ese conocimiento y esa experiencia a las nuevas generaciones, para enriquecerlas. Esto no significa que todo tiempo pasado fue mejor, ni que hay que vivir como hace 60 años, porque se vivía mejor, simplemente que los abuelos pueden ser un contrapunto, una manera de conocer otra forma de hacer las cosas: se puede hacer un fueguito, en lugar de usar el microondas.
¿En qué otros aspectos beneficia la presencia de los abuelos?
El manejo de los tiempos es otro aspecto interesante. En general, cuando los niños entran a jugar con los abuelos, entran como en otra dimensión, porque el tiempo de los abuelos tiene un ritmo mucho más adecuado al ritmo humano de los niños. Entonces se puede jugar a las cartas, se puede dibujar, se puede tirar dados y esperar turnos… todas estas simples cosas generan una armonización muy necesaria para los niños de hoy, muy positiva. Esto no significa que los niños no vayan a conocer las computadoras, ni todas esas cosas, significa que los abuelos pueden ofrecer otra cultura que viene a integrarse con las novedades y adelantos tecnológicos. Se amplían y diversifican las experiencias; se suma, no se resta. Hay que aclarar que nos estamos refiriendo a aquellos abuelos buenos, que están comprometidos y dispuestos a estar presentes y a desempeñar su rol. No todos los abuelos pueden o quieren estar presentes.
¿Y cómo debe ser el vínculo de los abuelos con los padres?
Los abuelos tienen otro rol muy importante en la vida familiar que es el de apoyar a los padres en la crianza de sus hijos. Se debe remarcar que hablamos de apoyar no de sustituir o intervenir sistemáticamente. Es bueno que los abuelos den el lugar para que sus hijos sean ahora padres. Los abuelos deben recordar que ellos ya tuvieron su oportunidad de criar a sus hijos, y ahora la oportunidad es de estos hijos-padres. Entonces, los tienen que dejar ser padres y madres; si estos piden un consejo u orientación, sí, es bueno abrir el corazón y compartir todo lo necesario, pero no es bueno meterse, menos aún cuando no son consultados. No es bueno entrometerse, ni ser intrusivo, no se puede pretender que las cosas se hagan como uno las hizo o como le parece que deberían ser, porque uno ya tuvo su oportunidad, ya jugó sus fichas, ahora hay que dejar a los otros hacer su propio camino. Lo mejor que pueden hacer los padres-abuelos es hacer sentir a sus hijos- nuevos padres – que son madres y padres competentes, mirarlos con admiración y expresarles todo lo positivo que ven en ellos desempeñando el nuevo rol. Porque lo más importante es lograr que esa nueva madre y ese nuevo padre tengan confianza en sí mismos. De todas formas, padres y madres no deben tener miedo de que los abuelos consientan a sus hijos, es más lo que ganan emocionalmente que lo que pierden en educación.
No debe ser igual el rol de un abuelo/a que cuida todos los días a su nieto que aquel que lo ve una vez por semana, ¿no?
Lo que debe estar presente en todos los casos es el respeto de los abuelos a las decisiones de los padres, el respeto a las decisiones que sus hijos toman en su rol de padres. Esa es una característica del rol que tiene que estar muy clara desde el principio. Una cosa es que los abuelos les permitan a los niños comer todas las papas fritas que quieran y hacer todas las migas que se les ocurra, en una visita semanal a su casa. Otra cosa es el rol del abuelo o abuela que está con el niño todos los días o unos cuantos días a la semana. En ese caso, tiene que colaborar en el rol de educador, porque está haciendo de padre/madre sustituto. En ese rol, el abuelo no podrá hacer cualquier cosa, debe respetar las directivas globales que los padres den. Por ejemplo, si los padres no quieren que coman determinadas cosas, los niños no van a comer determinadas cosas. Y está bien que los abuelos dejen claro que eso no se puede hacer porque mamá y papá no lo permiten. No quiere decir que cuando vayan a la casa de los abuelos no puedan hacerlo, pero ahí en su casa es necesario seguir el criterio de los padres. Esa es una manera de respetar la autoridad de los padres, aunque transitoriamente estén cuidándolos los abuelos.
¿Es una manera de que los padres estén presentes aunque no estén en casa?
Sí, es una manera de estar aún no estando. Pero para eso, los padres tienen que respetar a los abuelos en determinados aspectos, porque en esta administración de cómo van a ser las reglas, los abuelos están en todo su derecho de decir: «No estoy de acuerdo contigo y no voy a hacerlo aunque tú me lo pidas».
¿Es importante hablar de las reglas y los límites?
Exactamente, cuanto más se hable y más claros queden los roles, menos conflictos habrá. Es bárbaro que pase eso, porque para los niños el poder ser cuidados por los abuelos en un buen clima es muy beneficioso. Es lindo que la historia la cuenten los abuelos, no habrá nada más valioso que hablar de sus raíces. Es muy importante para construirse a uno mismo el tener información de primera mano de dónde venimos. Es impagable escucharlo de la voz pausada de los abuelos.
¿Hay un tipo de vínculo ideal entre los abuelos y los nietos?
Cada familia tiene que encontrar el modelo que se adecue a su realidad, pero darle un lugar al contacto de los nietos con los abuelos es importantísimo. Hay gente, por ejemplo, que se organiza para ir a comer una vez por semana a la casa de los abuelos; otros organizan que el fin de semana se quedan a dormir en la casa de la abuela. Se dice que el vínculo entre los nietos y los abuelos es muy fuerte, puede ser hasta más incondicional que el de madre e hijo, porque se le perdona mucho más; es un vínculo que se forma desde otro lugar, en general, con más sabiduría de la vida, menos estrés, tomando las cosas con más calma. Además, los abuelos pueden contar de «otro mundo», de «otra vida», ofreciendo una perspectiva más histórica de la familia. Los abuelos pueden también ser ejemplo de algo muy importante y es que en la vida pasan cosas buenas, pasan cosas malas, y todas se van superando. Pueden ser ejemplo de cómo enfrentar dificultades, de cómo superar obstáculos, de cómo afrontar enfermedades… por todo esto es muy enriquecedor que los niños puedan tener contacto con los abuelos. Hay veces que no hay abuelos, quizás no están en el país o quizás murieron, pero es posible que ese espacio y esa función la cumpla otra persona.
¿Se puede adjudicar este rol a algún tío o tía abuela?
Exactamente, hasta una vecina podría ser. Hay una cantidad de gente que podría estar muy disponible y dispuesta a cumplir ese rol. Pero además, también a través del recuerdo, de anécdotas y cuentos se puede construir el abuelo interior, e igual sigue siendo importante para ese niño su presencia, aunque no haya tenido contacto. Es muy importante que los niños sepan que forman parte de un «collar», que la cosa no empieza cuando uno nace ni termina cuando uno se va, sino que todos somos parte de una historia, todos somos fruto de muchas generaciones. Es darles un sentido de trascendencia bien importante. Esa percepción del tiempo y la continuidad es muy buena para la crianza. Por supuesto que no todos los abuelos desean comprometerse ni desempeñar su rol, pero cuando lo hacen ofrecen a los niños una riqueza que solo ellos pueden dar.