Por Laura Fernández Palomo
Argel, 2 ago (EFE).- La argelina Imane Khelif, que siendo niña tuvo que reivindicarse ante sus vecinos para poder jugar al fútbol con chicos en su aldea del oeste de Argelia, afronta ahora unos Juegos Olímpicos como boxeadora, cuestionada por su sexo.
Cuando cambió la pelota por los guantes, que le suponía un coste económico familiar por tener que pagar el autobús para desplazarse a los entrenamientos, Khelif no fue capaz de decírselo a su padre, soldador, que desaprobaba el boxeo femenino, recuerda UNICEF en el perfil de quien es su embajadora, mujer.
«Para recaudar dinero para el transporte, Imane vendía chatarra para reciclar y su madre, cuscús (sémola de trigo de la gastronomía magrebí). Juntas pudieron pagar el autobús hasta la ciudad para que Imane tuviera sesiones regulares de entrenamiento de boxeo», detalló UNICEF en una entrevista con Khelif de marzo de 2024.
La polémica en estos Juegos Olímpicos de 2024, avivada por dirigentes políticos, sigue a la descalificación para los Mundiales de Boxeo en 2023 por el test de género que determinaba que tenía «ventajas competitivas sobre otras competidoras femeninas» sin concluir sobre el nivel de testosterona o el cromosoma que se debate.
El test fue realizado por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA), que no organiza la competición olímpica de París debido a la suspensión previa por el Comité Olímpico Internacional (COI) por irregularidades financieras y de arbitraje.
Por ello, la entidad que regula el boxeo en los Juegos Olímpicos es Boxing Task Force (BTF), creada por el COI, que sí permitió competir en París 2024 tanto a la argelina Khelif como a la taiwanesa Lin Yu-ting, las dos cuestionadas en anteriores competiciones.
En competición
El Comité Olímpico de Argelia (COA) respaldó en un comunicado el posicionamiento del COI que autorizó a Khelif para competir en estos Juegos Olímpicos, lo que generó un debate sobre los diferentes estándares entre organizaciones.
La húngara Anna Luca Hamori será la próxima rival de Khelif en el combate de este sábado 3 de agosto después de que la italiana Ángela Carin se retirara en los octavos de final a los 46 segundos, tras recibir dos fuertes golpes de Khelif.
Khelif declaró con la polémica en auge que «seguirá concentrada en alcanzar su objetivo de ganar una competición olímpica», informó la agencia argelina de noticias APS.
Imane Khelif, una mujer argelina
Con 25 años, Khelif suele mostrarse ajena a las controversias e incide en destacar en sus apariciones públicas en medios locales e internacionales los beneficios del deporte para la salud en «el sobrepeso y la obesidad», para los residentes en «las aldeas» y la situación «de las niñas».
«Muchos padres desconocen las ventajas del deporte y cómo puede mejorar no sólo la condición física sino también el bienestar mental», añadió Imane en una entrevista con UNICEF.
Mientras las redes sociales y medios argelinos muestran estos días su apoyo a Khelif, el COI defendió ayer jueves su decisión de permitir que las dos boxeadoras cuestionadas, argelina y taiwanesa, compitieran como mujeres en los Juegos Olímpicos de París.
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