Sha’Carri Richardson, la mujer más rápida del mundo, es humana

Fotografía de archivo, tomada el 25 de agosto de 2023, en la que se registró a la atleta estadounidense Sha'Carri Richardson tras ganar la prueba femanina de los 200 metros del Campeonato Mundial de Atletismo de Budapest (Hungría). EFE/Zsolt Czegledi

Por Iñaki Estívaliz

Boston (EE.UU.), 8 ago (EFE).- La mujer más rápida del mundo en la actualidad, la estadounidense Sha´Carri Richardson, quien se perdió las Olimpiadas de Tokio por fumar marihuana para lidiar con la muerte de su madre, participará en los Juegos Olímpicos de París con plena confianza en sí misma.

La chispa de 155 centímetros había conseguido su plaza para los Juegos Olímpicos de 2020 en los ‘Trials’ de Estados Unidos con la marca de 10 segundos y 86 centésimas, pero fue invalidada tras dar positivo a cannabis y el sueño olímpico se desvaneció entonces.

Criada por su abuela, Betty, la corredora reconoció que había fumado marihuana al enterarse, por la pregunta de un periodista, de la muerte de su madre biológica.

“I am human”, tuiteó la atleta.

La atleta nacida en Dallas (Texas) en 2000 aseguró que estaba en estado de pánico emocional y que no sabía cómo controlar sus emociones al enterarse de la muerte de su madre ausente.

Richardson siguió un programa de consejería y cumplió un mes de inhabilitación en 2021.

En julio de 2023, se impuso en la prueba de 100 metros en los campeonatos nacionales de Estados Unidos de pista y campo al aire libre con una marca de 10 segundos y 82 centésimos.

Fue la primera vez en que se le llamó la mujer más rápida del mundo.

Aquel año, el cohete texano ganó el oro en 100 metros libres en el Mundial de Budapest, superando a Shericka Jackson y Shelly-Ann Fraser-Pryce, con un nuevo tiempo récord del campeonato de 10,65 segundos.

En la misma competencia, ganó el oro como parte del equipo de Estados Unidos en la final femenina de relevos 4 por 100 metros con un récord del campeonato de 41.03.

Conocida por sus coloridos peinados, tatuajes y uñas largas inspiradas en la mujer más rápida del mundo en los ochenta, Florence ‘Flo-jo’ Griffith Joyner, Richardson firmó aquel año un contrato de 20 millones de dólares por cinco años con Nike.

Entonces, nombraron pistas con su nombre y recibió prestigiosos reconocimientos.

El pasado 22 de junio, Richardson revalidó su título como campeona nacional de Estados Unidos en la prueba de velocidad de 100 metros al ganar la final femenina de 100 metros en 10 segundos y 71 centésimos. De esta forma se clasificó para los Juegos Olímpicos de París.

Richardson había dado su primera sorpresa cuando siendo estudiante de primer año en 2019 en la Universidad Estatal de Louisiana corrió los 100 metros en 10.75 y rompió así el récord de los campeonatos universitarios.

En ese momento, con 19 años, se situó entre las diez mujeres más rápidas de la historia.

En abril de 2021, rebajó su récord personal a 10.72, con lo que se convirtió en la sexta mujer más rápida hasta el momento en el mundo y la cuarta más veloz en la historia de Estados Unidos.

Ejemplo de dedicación y compromiso, Richardson se ha posicionado ante diferentes causas, especialmente, como negra y bisexual declarada, sobre la discriminación racial y LGTB.

Como la gimnasta Simone Biles y la tenista Naomi Osaka, aboga por la normalización del discurso sobre la necesidad de atender la salud mental.

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