En un esfuerzo por promover la tenencia responsable de animales y la producción agropecuaria consciente, el Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA) ha lanzado una ambiciosa campaña educativa que se desplegará por todo el país. Durante seis meses, 70 localidades del interior serán el escenario de más de 140 talleres en escuelas públicas, destinados a niños de 4.º, 5.º y 6.º año, así como de proyecciones cinematográficas que involucrarán a la comunidad en general.
Un desafío cultural
El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos, quien participó en el lanzamiento de la campaña junto con otras autoridades, subrayó que uno de los principales desafíos es superar las arraigadas barreras culturales en torno a la tenencia de animales en el país. «Es fundamental concientizar a la población a través del sistema educativo formal», afirmó el ministro. Esta campaña, añadió, no solo se enfocará en los animales de compañía, sino también en aquellos utilizados en actividades deportivas y productivas.
Educación lúdica y proyecciones comunitarias
Marcia del Campo, presidenta del INBA, explicó que los talleres en las escuelas se diseñaron para ser dinámicos y participativos, ofreciendo a los niños la oportunidad de aprender mediante la resolución de situaciones prácticas relacionadas con el bienestar animal. Además, en colaboración con la organización Ecocinema, se realizarán 70 proyecciones de cine en espacios públicos, con la intención de extender la discusión a las familias y la comunidad en general, más allá del ámbito escolar.
Una cuestión de salud pública
Mattos destacó también la vinculación entre la tenencia irresponsable de animales y problemas como la violencia entre vecinos y la salud pública, recordando que los animales pueden ser vectores de enfermedades. En este sentido, valoró la creación del INBA y la necesidad de seguir fortaleciendo esta institución para garantizar un impacto duradero en la sociedad.
La campaña, que se extenderá hasta enero, refleja el compromiso del gobierno actual con el bienestar animal, reconociendo su importancia no solo desde un punto de vista ético, sino también como un componente crucial para la convivencia y la salud pública.