En las entrañas de Colonia del Sacramento, donde el tiempo parece detenerse y las piedras susurran secretos de antaño, un alambique destila algo más que alcohol. Sur 34 Gin, nacido del sudor y la sangre de quienes saben que la vida es amarga y que sólo un buen trago puede endulzarla, ha desafiado al mundo. Desde la mística ciudad uruguaya, este elixir ha cruzado mares y fronteras para ser coronado como el mejor gin del planeta en la USA Spirits Ratings Competition 2024.
No es un destilado cualquiera. Es el resultado de noches en vela, donde la alquimia se mezcla con la obsesión, y el resultado es una botella que contiene algo más que alcohol: contiene el alma. Con una puntuación de 95 sobre 100, Sur 34 Gin dejó atrás a aquellos gins que se creen reyes pero que solo son príncipes sin corona. En San Francisco, cuna de tantas revoluciones, este destilado uruguayo se alzó con una medalla de oro, brillando más que el sol californiano.
En esta competencia, donde gins de todos los rincones del mundo se enfrentaron en una batalla de sabores y aromas, el jurado, compuesto por paladares que han probado la vida y la muerte en cada sorbo, no pudo resistirse. Con su carácter cítrico, Sur 34 Gin encendió fuegos en cada lengua y dejó en silencio a los críticos más duros, quienes solo pudieron rendirse ante la magnificencia líquida que tenían ante ellos.
Pero esto no es un cuento de hadas; es la cruda realidad de un pequeño gigante que ha decidido no solo sobrevivir, sino dominar. Este triunfo se suma a otras victorias en 2024: una medalla de plata en la London Spirits Competition y un lugar entre los 12 mejores gins contemporáneos del mundo según The Gin Guide. Marcelo López y Ángel Ghiazza, los magos detrás de este destilado, saben que han logrado lo imposible, y sin embargo, solo están comenzando. Para ellos, y para Uruguay, este es solo el primer brindis de muchos.
Así, desde Colonia del Sacramento, donde el río se encuentra con el mar, Sur 34 Gin se alza, no solo como el mejor gin del mundo, sino como un recordatorio de que, a veces, los sueños destilados con la pasión y el coraje pueden embriagar al destino.