Montevideo, 29 ago (EFE).- Miles de personas acompañaron el velatorio del futbolista de Nacional uruguayo Juan Manuel Izquierdo, quien falleció el martes en la ciudad de São Paulo luego de permanecer cinco días internado.
Hinchas de diversos equipos se reunieron a las afueras de la sede del conjunto Tricolor, donde la familia y el club despidieron al jugador que perdió la vida a los 27 años a raíz de una muerte encefálica tras una parada cardiorrespiratoria.
Banderas de Nacional y Peñarol, así como camisetas de estos equipos y de otros como Liverpool y Fénix formaron parte de un lugar en el que quienes asistieron depositaron decenas de carteles con mensajes y cientos de ramos de flores.
Durante las dos horas que el velatorio fue abierto al público, cientos de hinchas ingresaron a la sede a despedir a Izquierdo, mientras que muchos otros se quedaron sin poder hacerlo y mostraron sus respetos desde la avenida 8 de octubre, que fue cortada.
«Me quedo con la respuesta cívica del pueblo uruguayo, que está respondiendo como todos los uruguayos de bien queremos, acompañando a esta familia. Yo estoy muy dolido, destruido, pero ni por asomo me puedo poner en los zapatos de la familia que es la más afectada», dijo a la prensa el presidente de Nacional, Alejandro Balbi.
Por otra parte, agradeció la presencia de jugadores y dirigentes de los distintos equipos e hizo hincapié en la llegada de una delegación de futbolistas del brasileño São Paulo, club al que el Tricolor enfrentó el pasado jueves por la Copa Libertadores.
Los argentinos Jonathan Calleri y Luciano Galoppo, el uruguayo Michel Araújo y los brasileños Rapinha y Welington viajaron en la noche del miércoles para poder despedir en Montevideo a quien una semana atrás se desplomó en el estadio del conjunto paulista y debió ser retirado en una ambulancia.
Mientras tanto, el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol, Ignacio Alonso, se mostró afectado por lo que consideró una injusticia y comentó que el ente rector del balompié ya se puso a las órdenes de la familia del jugador.
«La vida continúa y lamentablemente queda una familia destrozada. Una señora viuda con una cantidad de cosas para hacer frente a una temprana edad, donde en general se mira la vida desde otra perspectiva, y dos pequeños que necesitan mucho apoyo y contención», apuntó.
Ya sobre el final del velatorio, el histórico dirigente de Nacional Hernán Navascués repasó que varias veces le tocó despedir a personas que tuvieron «una vida significativa al servicio del club» y aseguró que nunca vivió un momento tan doloroso como el de este jueves.
Recordó durante un breve discurso a los hermanos Carlos y Bolivar Céspedes, quienes en 1905 fallecieron a causa de la viruela, y a Diego Rodríguez, quien murió a los 22 años el 11 de septiembre de 2010, dos días después de sufrir un accidente de tránsito en la capital uruguaya.
También habló del histórico Abdon Porte, fallecido el 5 de marzo de 1918. A sus 25 años, el jugador se quitó la vida en la cancha del estadio Gran Parque Central por culpa de una lesión en la rodilla que le había quitado el puesto en el equipo y lo alejaba del fútbol.
Minutos después de que habló Navascués y de que la familia se despidió de Izquierdo, el féretro del futbolista fue trasladado a una carroza fúnebre que aguardaba en la puerta de la sede.
El silencio que reinaba en ese momento se rompió por el ruido de los aplausos de miles de fanáticos, que inmediatamente comenzaron a cantar una canción de la hinchada de Nacional.
«Ni la muerte nos va a separar, desde el cielo te voy a alentar», corearon los fanáticos en una dolorosa jornada para el fútbol mundial.