En distintas partes del mundo y con celebraciones diversas, este 22 de junio se conmemoró el Día Mundial del Fusca. Veamos por qué.
Ya sabemos que Brasil estableció su propia celebración pero para el Día Nacional del Fusca, evento que se concreta en Curitiba todos los 20 de enero, reuniendo infinidad de unidades y con todo tipo de actividades sociales.
El Día Mundial, obviamente tiene otra significación, pues reúne a los fanáticos de todo el planeta para homenajear a este verdadero ícono de la industria automotriz global.
Recordemos que el Fusca (escarabajo, besouro, vocho, pichirilo, etc., según sea el país) es uno de los autos más vendido en el mundo entero. Si bien en 1992 ya había alcanzado los 21 millones de unidades, al final de su existencia y cuando cesó su producción mexicana en el 2003, totalizó 21.529.464 de fuscas desparramados en todo el planeta.
Para rendir el merecido homenaje a este noble producto mecánico, simple, confiable, simpático y duradero, en 1995 se logró determinar el 22 de junio como fecha de conmemoración, designada Día Mundial del Fusca.
La elección tiene que ver con ese día pero de 1934, que fue cuando se concretó la firma del contrato entre la Asociación de la Industria Alemana del Automóvil del Reich (RDA – «Reichsverband der Automobilindustrie») y el Dr. Ferdinand Porsche. Según ese contrato la Compañía Ing h.c. Ferdinand Porsche GMBH debería desarrollar el y presentar el primer prototipo del Volkswagen dentro de un plazo de 10 meses a partir de esa fecha.
Ese día 22 de junio se inició la victoriosa saga del VW Escarabajo.
El acuerdo para el establecimiento del Día Mundial del Fusca se logró con la firma del Dr. Bernd Wirsch, Curador del AutoMuseum Volkswagen de Wolfsburg, el Sr. Heinz Willy Lottermann, Organizador del Evento y del Ing. Alexander Gromow, Presidente del Fusca Clube do Brasil de la época y promotor de ese día conmemorativo para el VW Escarabajo.
Luis Piedra Cueva – Con datos de FuscaNet