Montevideo, 5 sep (EFE).- Uruguay está cerca de aprobar como ley un proyecto que crea una canasta de higiene menstrual para personas de «extrema vulnerabilidad» que beneficiaría a «alrededor de 80.000 personas menstruantes» y que, tras su media sanción en la Cámara Baja, puede ser aprobada la próxima semana en el Senado.
Así lo aseguró este jueves a la Agencia EFE la diputada por el oficialista Partido Colorado e impulsora del proyecto María Eugenia Roselló, quien expresó estar «muy contenta» por la aprobación por unanimidad en la Cámara de Representantes concretada este miércoles.
De acuerdo con la legisladora, el proyecto, que fue el primero que presentó tras asumir su banca en 2020 y, por ende, dijo, «costó cuatro años» poder llevar a votación, «significa mucho» especialmente para las miles de mujeres, adolescentes y personas menstruantes a las que beneficiará.
Si bien todavía no es ley, pues falta la sanción en el Senado, donde, dijo, por diálogos con su presidenta, Beatriz Argimón, sabe que «hay voluntad de los legisladores de todos los partidos», Roselló resaltó que con esto «Uruguay está dando un paso bien importante».
«En otros países esto ya es algo a lo que se accede; inclusive tenemos investigado que se entregan estos productos a todas las mujeres en edad de menstruar, paso que Uruguay todavía no ha dado, pero para nosotros es fundamental que por lo menos el primer paso sea para esta población extremadamente vulnerable», indicó.
Según Roselló, la canasta está prevista para las personas «de extrema vulnerabilidad» que reciben la prestación del Ministerio de Desarrollo Social denominada Tarjeta Uruguay Social y beneficiará a «alrededor de 80.000 personas menstruantes», que, acotó, es «un número bastante importante» para el país de casi tres millones y medio de habitantes.
«Son las mujeres, las niñas y las adolescentes más pobres de Uruguay y es por eso que nosotros quisimos dar este primer paso, para las personas que no pueden acceder a estos productos, porque tienen que elegir entre un plato de comida o comprarlos, porque en su mayoría son madres, hogares monoparentales con hijos», subrayó.
Por otro lado, la diputada enfatizó que el siguiente desafío será lograr que se le baje el Impuesto al Valor Agregado (IVA) a los productos de higiene menstrual, cuyos precios en el país siguen con un valor de 22 % «como si fueran productos de perfumería».
«Esto también lo hemos planteado, que por lo menos tengan un IVA de 10 %, que es para productos de primera necesidad, porque son productos que se tienen que adquirir todos los meses durante casi cuatro décadas (…) Es una más de las barreras que enfrentamos las mujeres», lanzó sobre un reto que estima estará en debate en el próximo Gobierno. EFE
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