El calor extremo que afecta a gran parte de Brasil amenaza con llegar a Uruguay en los próximos días, según advirtió la agencia meteorológica MetSul. Este fenómeno, que ya está causando estragos en varias regiones de Brasil con temperaturas que superan los 40ºC, comenzará a afectar el sur de Brasil y eventualmente se extenderá hacia Uruguay, donde se prevé que los termómetros marquen temperaturas inusualmente altas para esta época del año.
Según MetSul, una masa de aire caliente muy intensa se desplaza hacia el sur de Brasil, particularmente en los estados de Paraná y Río Grande del Sur, y continuará avanzando hacia el sur, lo que impactará directamente en Uruguay. Las altas presiones en la región están formando lo que se conoce como una «burbuja de calor», atrapando el aire caliente y provocando un aumento sostenido de las temperaturas en gran parte del Cono Sur.
Los primeros efectos se sentirán en el norte de Uruguay, pero el calor se expandirá progresivamente hacia el centro y el sur del país. Los pronósticos sugieren que se podrían registrar temperaturas cercanas a los 35ºC, incluso en ciudades que no suelen experimentar tales extremos en esta época del año, como Montevideo y sus alrededores. El fenómeno, que será más evidente a mediados de la semana, plantea preocupaciones tanto para la población como para los sectores agrícola y energético, que podrían verse afectados por la combinación de calor intenso y baja humedad.
Consecuencias y recomendaciones
El calor extremo no solo aumenta el riesgo de incendios forestales en zonas rurales, sino que también puede tener graves implicaciones para la salud, especialmente entre los grupos más vulnerables, como niños, ancianos y personas con enfermedades preexistentes. Las autoridades uruguayas ya están en alerta y podrían emitir recomendaciones para mitigar los efectos del calor, que incluirían evitar la exposición prolongada al sol durante las horas pico y mantenerse hidratado.
Además, el calor intenso agrava las condiciones de sequía que afectan al país, un problema que ha sido persistente en los últimos meses. El suelo, ya seco debido a la falta de lluvias, tiende a calentarse aún más, perpetuando un ciclo de temperaturas extremas y baja humedad.
Este episodio es un recordatorio del aumento en la frecuencia e intensidad de las olas de calor en todo el mundo, un fenómeno que los científicos asocian cada vez más con el cambio climático. «Nunca habíamos visto tantas marcas de calor superadas en tan poco tiempo», advierte MetSul, subrayando que eventos como este podrían volverse más comunes en las próximas décadas si las tendencias actuales continúan.
Uruguay, aunque no es un país acostumbrado a temperaturas extremas durante gran parte del año, debe prepararse para enfrentar los desafíos que el calentamiento global trae consigo, con olas de calor cada vez más frecuentes y prolongadas.
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