Nueva estafa en la compra de vehículos: Otro caso bajo investigación

El pasado 20 de septiembre, a las 13:42 horas, un ciudadano se presentó en la Seccional 3ra. para denunciar lo que parece ser un nuevo caso de estafa en la compra de vehículos. Según el relato del denunciante, el día 19 de septiembre, durante la mañana, realizó un giro de dinero en moneda nacional a una automotora local, como parte del pago para la adquisición de un vehículo. Horas más tarde, ese mismo día, volvió a transferir otra suma importante con el fin de completar la operación.

Todo parecía en orden hasta que, al presentarse en la concesionaria para retirar el automóvil, descubrió que el vehículo que había adquirido simplemente no existía. Alarmado, el comprador se dirigió a la seccional policial para hacer la denuncia correspondiente. Actualmente, las autoridades investigan los hechos para determinar cómo ocurrió el engaño y si se trata de una operación fraudulenta aislada o parte de una red más amplia de estafadores.

Un modus operandi recurrente
Este tipo de fraude no es nuevo. En los últimos meses, las denuncias de estafas relacionadas con la compra de vehículos se han multiplicado en todo el país. Generalmente, los estafadores operan a través de anuncios en plataformas digitales o, como en este caso, mediante concesionarias que parecen legítimas. El comprador es atraído con ofertas tentadoras, realiza los pagos y, una vez que el dinero está en manos de los estafadores, el vehículo no aparece, y la automotora en cuestión desaparece o niega cualquier relación con la venta.

En muchos de estos casos, los delincuentes aprovechan la confianza de los compradores y la aparente formalidad de las transacciones. Las víctimas, atraídas por precios competitivos y la promesa de una entrega rápida, no sospechan de la estafa hasta que es demasiado tarde.

El riesgo de transferencias electrónicas
Una de las estrategias que los estafadores han perfeccionado es el uso de transferencias bancarias. Estas, al ser rápidas y, en algunos casos, difíciles de rastrear, se convierten en el método preferido para consumar el delito. En el caso del denunciante, realizó dos giros a lo largo del mismo día, lo que dio a los estafadores suficiente margen para completar su plan.

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