El poder en solitario: Análisis semiótico de la ausencia colectiva en la publicidad política de Ojeda

Por la Redacción de Carmelo Portal

La campaña publicitaria del candidato colorado Andrés Ojeda presenta una estrategia visual particular que lo diferencia notablemente de otros aspirantes a cargos políticos. A lo largo de su publicidad gráfica, Ojeda aparece reiteradamente en solitario, sin la compañía de militantes, referentes locales o incluso votantes. Esta ausencia de figuras colectivas no es una decisión accidental, sino un recurso semiótico que encierra una serie de significados en torno a la construcción de su imagen pública y su estilo de liderazgo.

El presente análisis semiótico examina esta representación a través de las teorías de Roland Barthes, Michel Foucault y Jacques Derrida, quienes aportan herramientas claves para interpretar el significado de la soledad del candidato en sus piezas publicitarias. Mientras Barthes aborda el concepto del mito y la denotación de la imagen, Foucault analiza las dinámicas del poder y la autoridad, y Derrida invita a observar los significados construidos a partir de lo que está ausente. En contraste con otras campañas que destacan por su fuerte conexión con votantes y figuras locales, Ojeda se presenta como un líder aislado, cuya figura parece trascender las estructuras políticas tradicionales de apoyo colectivo.

Este trabajo busca explorar cómo la soledad de Ojeda en sus imágenes construye una narrativa de poder individualizado y qué implicaciones tiene para la percepción de su candidatura en un contexto político donde la interacción y el respaldo colectivo son fundamentales para la legitimidad política.

1. La soledad como signo: el mito del individuo

Desde la perspectiva de Roland Barthes y su concepto de «mito», la constante representación de Ojeda en solitario puede leerse como un mito político que idealiza la figura del líder individual, separado de las masas y por encima de ellas. Barthes sugiere que los mitos operan transformando conceptos históricos o culturales en hechos naturales o universales. En este caso, la soledad de Ojeda podría encarnar el mito del héroe político, un individuo autosuficiente, que no necesita la validación de su equipo ni de sus votantes. La ausencia de personas refuerza la idea de que el candidato es un «salvador» o un actor autónomo, lo que puede ser visto como un intento de crear una imagen de poder personal y decisión, en contraposición a una construcción colectiva de la política.

La soledad en las imágenes también puede sugerir una cierta pureza o autenticidad, donde el candidato se presenta libre de influencias externas, incluso de su propio partido o base de apoyo. Esto resuena con el concepto de «fotografía denotativa» de Barthes, donde lo que se ve es simplemente lo que se presenta: un individuo, sin contexto, sin distracciones. Sin embargo, es en la «connotación» donde esta ausencia de contexto y otros personajes adquiere significado: se refuerza la figura de un líder fuerte, autónomo, un estratega que, aparentemente, no necesita más que su propia visión.

2. La estructura del poder: Foucault y el espacio vacío

Desde la perspectiva de Michel Foucault, en sus estudios sobre el poder, se podría interpretar la ausencia de público y militantes en las imágenes de Ojeda como una representación del poder que no se comparte ni se distribuye, sino que es un fenómeno centralizado en la figura del candidato.

Según Foucault, el poder no es algo que se posea, sino algo que se ejerce a través de las relaciones. Sin embargo, al mostrarse en soledad, Ojeda rompe con la idea de que el poder surge del colectivo o de las relaciones con el electorado. La imagen lo coloca en una posición de autoridad que, al no incluir a los votantes o militantes, refuerza una distancia entre él y los otros.

La ausencia de otras figuras (locales o simpatizantes) también podría señalar un tipo de «aislamiento» dentro del aparato político. Foucault destacó cómo el poder puede generar estructuras de control y visibilidad. Al no incluir a otros actores en sus fotos, Ojeda podría estar representando el poder como algo exclusivo, lo que genera una imagen de control total y distancia jerárquica con respecto al electorado. La falta de interacción con los votantes también puede interpretarse como una señal de que la legitimidad del poder ya no depende del pueblo, sino del propio aparato de visibilidad que construye el candidato.

3. Derrida y la ausencia: lo que no está presente

Jacques Derrida, a través de su concepto de «deconstrucción», nos invita a pensar en los significados construidos a través de la ausencia. En este caso, la ausencia de otros actores en las imágenes de Ojeda es tan significativa como lo que está presente. La deconstrucción de estas imágenes nos lleva a cuestionar qué implica esta falta de conexión visible con las personas que representan el poder colectivo (los votantes y militantes). Derrida argumenta que las ausencias y silencios en un texto o imagen son tan importantes como lo que se presenta, ya que lo no dicho o no mostrado revela mucho sobre la estructura de significados.

En las fotos de Ojeda, la ausencia de votantes o equipo refuerza la idea de que el candidato no se posiciona como parte de un «todo» social o político, sino como un individuo que se destaca por su singularidad. La desconexión visual con los votantes podría sugerir una política de autorreferencialidad, donde lo único que importa es la imagen del candidato. Esto puede ser leído como una forma de control sobre la representación: al no aparecer con otros, Ojeda monopoliza el significado de la campaña y de su figura política, evitando que la colectividad o las masas diluyan su poder simbólico.

4. Comparación con otras campañas: el «punctum» de Barthes

Comparando las imágenes de Ojeda con las de otros candidatos, que se muestran junto a simpatizantes y en escenarios locales, se puede hacer uso del concepto de «punctum» de Barthes, el cual refiere a esos detalles en una imagen que producen una reacción emocional, algo que «punza» al espectador. En las campañas de otros partidos, el punctum puede ser la presencia de figuras locales, que anclan al candidato en un territorio y lo conectan con la gente. Sin embargo, en el caso de Ojeda, el punctum radica en su soledad, que genera una sensación de distancia y desconexión.

Esta elección estética lo diferencia radicalmente de otros candidatos, quienes buscan activamente mostrar sus vínculos con el electorado a través de fotos originales y locales. La ausencia de estos elementos en la campaña de Ojeda podría interpretarse como una estrategia para destacar su figura por sobre las demás, pero también corre el riesgo de generar una sensación de alienación o desconexión con el electorado.

Conclusión

El análisis semiótico de la publicidad de Ojeda sugiere que su imagen en solitario no es accidental. A través de la soledad se construye un mito de poder individual, una figura de autoridad que se distancia tanto de su equipo como de los votantes. En términos foucaultianos, esto puede leerse como una representación de un poder centralizado y jerárquico, mientras que la ausencia de otros actores, desde una perspectiva derridiana, revela la exclusividad y control que el candidato quiere ejercer sobre su imagen. Esta representación contrasta fuertemente con la de otros candidatos que buscan reforzar la conexión local y el sentido de comunidad, lo que podría tener implicaciones en la percepción del liderazgo y la cercanía de Ojeda con el electorado.

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