El Día Mundial de los Docentes ha sido una oportunidad para que el Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior reflexione sobre uno de los desafíos más importantes del ámbito educativo: la calidad de la enseñanza universitaria. En esta ocasión, Francesc Pedró, director del Instituto, ha hecho un llamado a reimaginar y fortalecer la enseñanza en las instituciones terciarias, un componente esencial que ha sido relegado frente a la investigación académica.
Pedró expuso que, aunque la investigación universitaria ha sido reconocida y celebrada como un pilar fundamental para la reputación institucional, la enseñanza no ha recibido la misma atención. Esta disparidad crea una paradoja que afecta la experiencia de los estudiantes, quienes coinciden en la importancia de la calidad educativa para su formación. A nivel global, la implementación de prácticas docentes más participativas y activas sigue siendo una tarea pendiente.
El discurso de Pedró identifica varios factores que perpetúan esta situación. Entre ellos, los sistemas de incentivos que premian la investigación por encima de la enseñanza, la falta de formación pedagógica para los docentes universitarios, y las métricas de evaluación institucional que no capturan de manera adecuada la calidad del proceso educativo. Estos obstáculos son comunes en diversas culturas y sistemas educativos, lo que hace de este un problema universal.
En su mensaje, Pedró insistió en la necesidad de una reevaluación de prioridades, instando a las instituciones y gobiernos a reconsiderar cómo valoran y recompensan la excelencia en la enseñanza. Subrayó la urgencia de invertir en programas de desarrollo pedagógico, ajustados a las realidades culturales de cada contexto, y en la creación de sistemas de evaluación más significativos que reflejen la verdadera calidad del aprendizaje.
Además, Pedró resaltó la importancia de la colaboración internacional, sugiriendo que el intercambio de buenas prácticas educativas entre países es clave para fortalecer los enfoques pedagógicos. También destacó el rol de los estudiantes en la mejora de la enseñanza, argumentando que sus experiencias y opiniones deben ser escuchadas e incorporadas en los procesos de reforma.
El director de UNESCO IESALC enfatizó que mejorar la calidad de la enseñanza universitaria es un reto global que exige un esfuerzo concertado y sostenido. En tiempos en que la confianza pública en la educación superior está en declive en varias regiones del mundo, priorizar la excelencia docente se convierte en un imperativo no solo educativo, sino también social y económico.
Pedró concluyó su discurso con un mensaje de esperanza, afirmando el compromiso de la UNESCO para apoyar a las instituciones de educación superior en su misión de mejorar la enseñanza y acompañar a los docentes en su labor de innovación pedagógica. Al final, señaló que elevar la calidad educativa no solo impactará positivamente en los millones de estudiantes a nivel global, sino que también sentará las bases para un futuro marcado por el progreso social, la innovación y el entendimiento intercultural.
En este Día Mundial de las y los Docentes, Pedró ha ofrecido una visión clara: el futuro de la educación superior depende de cómo, hoy, se elija valorar y fortalecer a quienes están al frente del aula.