Por Redacción de Carmelo Portal
El «efecto Ojeda» ha marcado un antes y un después en el Partido Colorado a nivel nacional, y esa disrupción es justamente lo que podría inspirar un cambio similar en Colonia.
Andrés Ojeda ha logrado conectar con un electorado que busca una política diferente: más cercana, dinámica y orientada a resultados. Esta frescura, que ha irrumpido con fuerza en la política nacional, debería encontrar un reflejo en Colonia, donde el partido necesita urgentemente una figura con un perfil similar.
Colonia requiere un líder que se aleje de las viejas dinámicas, un candidato que no solo repita fórmulas desgastadas, sino que sea capaz de captar la atención y confianza de quienes ya no se sienten representados por la política tradicional. El «alguien» que el Partido Colorado necesita en Colonia es una figura que, como Ojeda, comprenda que los tiempos han cambiado, y que para volver a ser relevante es esencial ofrecer un proyecto fresco, que hable de soluciones concretas y, sobre todo, de renovación.
La clave de este «efecto Ojeda» está en la capacidad de mostrar algo distinto. No se trata solo de cambiar rostros, sino de presentar una manera de hacer política más cercana, más acorde a las nuevas exigencias de la sociedad coloniense, especialmente entre los jóvenes. Para el Partido Colorado, encontrar y apoyar a una figura de este perfil es esencial para revitalizar su relevancia en el departamento y evitar caer en la irrelevancia.
Este «alguien» aún no ha surgido en Colonia, pero la posibilidad está latente. Lo que Ojeda ha logrado a nivel nacional puede ser replicado en el departamento si se encuentra a la persona adecuada: alguien que, con frescura y capacidad para romper con lo establecido, pueda devolverle al Partido Colorado en Colonia la fuerza que alguna vez tuvo.
La renovación colorada en Colonia no será sencilla, y la posibilidad de que el Partido Colorado recupere un espacio relevante, como reiterar una diputación en Colonia, se presenta como un desafío importante.
Todo indicaría que, en las condiciones actuales, esta meta es difícil de alcanzar, dada la competencia y el desgaste acumulado de los liderazgos tradicionales.
Pero el surgimiento de una figura con las características de Ojeda —un líder fresco, distinto, capaz de ofrecer una visión innovadora y conectada con las demandas actuales— podría ser la clave para revertir esta tendencia y devolverle al partido la fuerza que alguna vez tuvo en el departamento.
La pregunta sería si ¿hay tiempo ya o es demasiado tarde?