Montevideo, 8 oct (EFE).- De temido «depredador» del campo uruguayo a ícono de la patria homenajeado con grandes monumentos, el gaucho vuelve a contar su historia a través de una colección que conjuga piezas originales con recursos tecnológicos «de primer nivel» en el recién reinaugurado Museo del Gaucho y la Moneda del país.
Así lo destacó a la Agencia EFE Ana Ribeiro, la curadora del proyecto que, con la antigua casa central del Banco de la República Oriental del Uruguay (BROU) en el casco histórico de Montevideo como nueva sede, abre un nuevo capítulo en la vida del museo antes ubicado en un céntrico palacio cerrado en 2019.
En tanto «una figura identitaria» del país, para la historiadora y viceministra de Educación y Cultura, lo que busca el museo, nutrido con más de 300 piezas, que abarca una colección de platería aportada por el criollista Fernando Assunção y monturas, estribos, mates o facones, es contar la historia de un «tipo social peligroso» devenido en héroe nacional.
«Se entendía que era un depredador, no un productor. Gaucho era una palabra negativa ¿Cómo se llega a que es alguien que merece un monumento inmenso? ‘La patria agradecida’, dice al pie del monumento ¿Cuál es la transición que va de una punta a la otra? En este museo intentamos contarla y junto con la Moneda», acotó.
Sobre esta última señaló que es una colección numismática «muy importante» del BROU en tanto un banco que «cuenta su historia a través de ella» y que, aunque se piense lo contrario, «se cruza» con la del Gaucho en algún momento, pues este «nace como lo opuesto al sistema productivo, pero (con el tiempo) tiene que aggiornarse (actualizarse) y meterse dentro del sistema productivo».
«Este banco ha emitido muchas veces billetes y monedas con la cara del gaucho, como una de las figuras heroicas referenciales del país. Así que hicimos los dos relatos, el de la moneda y el del gaucho y los entrecruzamos conceptualmente, porque nos parecía que era la manera de apostar a una museografía moderna», remarcó.
Quien destacó la pinacoteca del museo, con obras de los uruguayos Juan Manuel Blanes, José Cuneo, José Belloni o José Luis Zorrilla, enfatizó así la importancia de contar con una sala inmersiva de 360°.
En esta, dijo, se tiende puentes entre la historia y el presente con un audiovisual que muestra un día en la vida de un gaucho actual, pues, según Ribeiro, aún con «un celular en el bolsillo», los ‘gauchos’ siguen arriando ganado en el campo hasta hoy.
«Esta característica de combinar todo lo tradicional (…) con el edificio fantástico y la combinación de los recursos tecnológicos que se han puesto, creo que lo potencian a nivel de un museo de primer nivel a nivel internacional», redondeó por su parte el presidente del BROU, Salvador Ferrer. EFE