A fines de septiembre venció el plazo otorgado a los frigoríficos Lorsinal y Rondatel, ambos pertenecientes al grupo chino Sundiro, para gestionar la llegada de fondos desde el exterior y cumplir con el pago de sus deudas. El objetivo principal es evitar que las empresas entren en un proceso concursal, como ya ha sido solicitado por un grupo de acreedores.
Pese a que la fecha límite pasó sin que se registrara el ingreso de los fondos esperados, los acreedores presentaron una nueva solicitud ante el juez del caso, pidiendo una extensión del plazo hasta el 18 de octubre. Así lo informó Martín Cardozo, presidente de la Federación de Obreros de la Industria de la Carne (FOICA), a Radio del Oeste, y lo confirmó Carmelo Portal con fuentes gremiales.
Esta es la tercera prórroga solicitada, pero en esta ocasión fue promovida por los acreedores. Según Cardozo, el juez expresó su descontento con la situación, lo que refleja la creciente incertidumbre respecto al futuro de las empresas.
El frigorífico Rosario sigue bajo la presión de sus acreedores, mientras se espera una solución que permita normalizar su situación financiera y garantizar el cumplimiento de sus obligaciones.
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