La mañana del domingo 13 de octubre amaneció con un aire denso sobre Carmelo. A las 10:00 AM, la base automática del aeropuerto marcaba 16.3°C, una temperatura moderada pero acompañada de una humedad del 100%, como si el aire mismo estuviera saturado de promesas de lluvia. El viento, tímido desde el sureste a 4 km/h, apenas movía las hojas de los árboles, mientras la presión atmosférica marcaba 1023.5 hPa, presagiando lo que vendría.
El pronóstico no daba lugar a dudas: el suroeste del país se prepara para un día gris. El rango de temperaturas para hoy es amplio, entre los 12°C en la mañana y los 24°C durante la tarde, pero más allá del calor o frío, lo que domina el escenario es el cielo cubierto, las neblinas y la amenaza de tormentas.
El viento, inicialmente variable y suave, podría aumentar su intensidad hacia el este con rachas de hasta 40 km/h, haciendo de las condiciones de la tarde un preámbulo de lo que se avecina al final del día: precipitaciones escasas pero persistentes, que dejarán su huella en las calles del pequeño Carmelo.
Mañana lunes, la situación no mejorará demasiado. Las temperaturas se mantendrán entre los 12°C y 26°C, y el cielo continuará cubierto. Las neblinas, ya parte del paisaje, se instalarán desde las primeras horas, anunciando una jornada cargada de humedad y precipitaciones. Las tormentas que rondan la región podrían descargar su furia durante la noche, mientras el viento desde el noreste y este alcanzará nuevamente los 40 km/h, como un recordatorio constante de que el mal tiempo no se irá tan fácilmente.
Es un domingo de calma antes de la tormenta, una de esas jornadas en las que el cielo parece pesar más de lo habitual, mientras la ciudad aguarda el inevitable sonido del agua golpeando el suelo.
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