Montevideo, 20 nov (EFE).- El expresidente uruguayo José Mujica, convaleciente del tratamiento de un tumor de esófago que le fue diagnosticado en abril pasado, está convencido de que el próximo Gobierno uruguayo que saldrá de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales el próximo 24 de noviembre, deberá tener «la mejor relación que se pueda con Argentina y Brasil»
«Argentina no sabemos en qué va a desembocar, tiene un país muy complicado, tiene problemas, pero yo soy viejo. Argentina salta los problemas y después camina. Y Brasil va a ser una potencia. Lo tenemos al lado. Le vendemos más al estado de São Paulo que a cualquier país europeo. Esto que te digo está apoyado en datos», enfatiza durante una entrevista con EFE.
Mujica subraya la importancia de hacer crecer la economía y tratar de ser un país desarrollado, para disponer de «los medios necesarios» y brindar oportunidades a los jóvenes.
Acumulación de capital versus desarrollo intelectual
«Hasta ahora, la economía crece en base a la acumulación de capital, pero cada día va a ser más clave el desarrollo intelectual de la población», comenta.
El tiempo de las nuevas generaciones será distinto, porque «el conocimiento será decisivo y ello requiere una sólida formación técnica y científica, que es mucho más cara que la educación actual, porque no se arregla con un pizarrón y una charla, necesita trabajo practico, laboratorio, etcétera», sostiene.
Mujica recuerda un robot que le llamó la atención durante una visita a Japón cuando era presidente (2010-2015) y recalca que se avecina «un cambio en el campo del trabajo».
«Preparar la gente para ese mundo es la función que deberíamos ver hoy», subraya.
Mujica lamenta que un tema tan importante como este o el futuro del agro no hayan formado parte del debate electoral de los comicios presidenciales de Uruguay, cuya segunda vuelta disputarán Yamandú Orsi, aspirante del Frente Amplio, el partido de Mujica, y Álvaro Delgado, del Partido Nacional, actualmente en el poder.
«Del interior rural no dicen una palabra», sostiene el expresidente, quien defiende la importancia de la actividad agropecuaria para el futuro de la economía de un país que define como «el más ganadero del mundo», como pone de manifiesto el hecho de que tenga 3,4 millones de habitantes y 12 millones de cabezas de ganado.
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