Montevideo, 17 nov (EFE).- La industria del hidrógeno verde generará más de 30.000 puestos de trabajo en Uruguay para el año 2040, con una inversión de unos 1.300 millones de dólares.
Así lo afirmó este martes la ministra de Industria, Energía y Minería, Elisa Facio, en la presentación de los avances en el desarrollo de la economía del hidrógeno verde.
«Es una gran oportunidad para que el Uruguay pase a ser un país importador de energía fósil a ser un exportador de energía limpia», dijo la ministra durante su intervención.
En Uruguay, cerca del 95 % de la energía se genera a partir de fuentes renovables, tras una primera etapa de transformación que se llevó a cabo a partir de la descarbonización casi total de la matriz energética.
De acuerdo con esto, el país suramericano apuesta ahora por una segunda transformación.
En ese sentido, Facio dijo en septiembre pasado que el hidrógeno verde es «una gran oportunidad» para Uruguay, que en la mencionada segunda etapa buscará descarbonizar los usos más difíciles de la energía, como los del transporte.
Meses antes, durante su participación en un evento, el canciller, Omar Paganini, aseguró que la segunda transformación energética que el país está encarando es «con mucha más innovación» y destacó la necesidad de empezar a pensar en cómo utilizar la energía renovable para nuevos energéticos.
«Cuando hablamos de la innovación, hablamos en un sentido muy amplio. Innovación incremental, que busca aplicar tecnologías que muchas veces ya se conocen, pero transformando procesos que existen para mejorar su productividad y, sobre todo, para mejorar su impacto», explicó.
El evento de este martes incluyó la presentación de estudios, avances en infraestructura, generación de capacidades y cooperación internacional, en el marco de la su hoja de ruta para descarbonizar las energías a nivel nacional y global.
La coordinadora del programa Hidrógeno Verde y asesora en la Unidad Ambiental en el Ministerio de Industria y Energía, María José González, destacó a la prensa que disponer de «proyectos concretos, acompañados de regulaciones sólidas e insumos técnicos potentes, es la base para crear un entorno más propicio» para el desarrollo del hidrógeno verde.
También, valoró la poca limitación de desarrollo de los proyectos que representan las regulaciones y que cada vez hay más gente capacitada para acompañar en estos procesos.
En el caso de consolidarse, la coordinadora opinó que dichos proyectos tienen «potencial para desarrollar una nueva economía, un nuevo producto de exportación».
En este sentido, aseguró que las primeras aproximaciones son «interesantes» y que este desarrollo se puede integrar bien con otras actividades del territorio.
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