Dos años de semáforos en Carmelo: ¿cómo han transformado la ciudad?

El 2 de enero de 2023, Carmelo marcó un hito en su historia urbana con la inauguración de su primera batería de semáforos. En la intersección de 19 de Abril y Avenida Artigas, a las 19:00 horas, un evento aparentemente cotidiano representaba un avance significativo en la infraestructura vial de esta ciudad. Desde entonces, los semáforos han estado regulando el tránsito de una esquina emblemática, en una apuesta por ordenar el flujo vehicular y garantizar la seguridad de peatones y conductores.

En aquella jornada inaugural, personal del Municipio de Carmelo y la Intendencia de Colonia trabajaban codo a codo para sincronizar el funcionamiento del sistema. Un tablero electrónico y la comunicación a distancia con la empresa CIEMSA en Montevideo configuraban la escena. La entonces alcalde Alicia Espíndola, junto a los concejales Juan José Miguelena y Rodrigo Cóccaro, supervisaban los primeros destellos de luz verde, amarilla y roja en una ciudad que hasta ese momento había confiado en la intuición vial más que en los dispositivos electrónicos.

La alcaldesa Espíndola destacó en ese entonces que los semáforos formaban parte de un plan piloto sujeto a evaluación. «Veremos cómo se desenvuelve el tránsito y si hay que rectificar, lo haremos», afirmó, refiriéndose específicamente al flechado de 19 de Abril hasta Paraguay, un cambio que generaba opiniones divididas. Las palabras de la jerarca resuenan hoy, dos años después, como una invitación a reflexionar sobre el impacto de aquella decisión.

La pregunta sigue abierta

¿Cómo han funcionado los semáforos en estos dos años? ¿Han cumplido con las expectativas? Estas son preguntas que, más que ofrecer respuestas inmediatas, demandan un análisis detenido y plural. En un cruce que antes dependía de la cautela individual, los semáforos han introducido un nuevo orden. Sin embargo, ese orden no está exento de tensiones.

Algunos conductores, acostumbrados a un tránsito más laxo, podrían encontrar los semáforos un obstáculo; para otros, representan seguridad y previsibilidad. ¿Ha cambiado la dinámica de circulación en la zona? ¿Ha afectado al flujo en calles aledañas? ¿Los peatones sienten mayor tranquilidad al cruzar? Y, sobre todo, ¿qué dice esto de Carmelo como ciudad en evolución?

Estas interrogantes invitan a examinar no solo la funcionalidad técnica de los semáforos, sino también su impacto en la identidad urbana y en las relaciones cotidianas entre los habitantes. Más allá de las cifras de tránsito o los manuales de operación, el debate también incluye la percepción y la adaptación social.

Reflexión en marcha

A dos años de aquel momento inaugural, la esquina de 19 de Abril y Avenida Artigas sigue siendo un lugar de encuentro y tránsito, pero también un punto de interrogación en el mapa de la ciudad. Quizás el mayor éxito de los semáforos no radique únicamente en su capacidad para regular el tránsito, sino en su posibilidad de generar conversación.

En Carmelo, donde las decisiones municipales siempre despiertan pasiones, estos semáforos se han convertido en un símbolo: de orden, de modernidad, o quizás de las tensiones que inevitablemente trae el cambio. Así como en 2023 la comunidad debatía sobre el flechado de calles y la sincronización de luces, hoy la invitación sigue siendo la misma: reflexionar, opinar, imaginar.

¿Qué piensa usted, lector? ¿Han mejorado los semáforos la vida en Carmelo? ¿Qué queda por ajustar? Las respuestas, como el tránsito, están en constante movimiento.

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