Los datos publicados el 9 de enero por la Oficina Meteorológica del Reino Unido muestran que el planeta nunca ha estado tan caliente en la era moderna.
2024 fue el más caluroso jamás registrado en el planeta desde que comenzó el período moderno de observaciones y fue también el primer año en el que la temperatura planetaria probablemente superó los 1,5°C por encima de los niveles industriales de antes de la guerra.
El año pasado se registró la temperatura más alta de cualquier año desde 1850 y será el undécimo año consecutivo en el conjunto de datos HadCRUT de la Met Office de Inglaterra que igualó o superó 1,0°C por encima del promedio del período preindustrial (1850-1900).
La temperatura media global en 2024 fue 1,53 ±0,08°C por encima del promedio global de 1850-1900, según la serie de temperaturas HadCRUT5, compilada por la Oficina Meteorológica, la Universidad de East Anglia y el Centro Nacional de Ciencias Atmosféricas del Reino Unido.
Por lo tanto, 2024 es el año más caluroso registrado y probablemente el primer año calendario en superar los 1,5°C.
El valor de 1,46 °C registrado en 2023 superó el récord anterior de 2016 en 0,17 °C, lo que convierte a 2024 y 2023 en los años más calurosos y en segundo lugar más calurosos registrados.
Varios centros climáticos globales publicarán sus datos de temperatura promedio para 2024 y la tendencia es que todos apunten a lo mismo: 2024 fue el año más caluroso en la historia de las observaciones.
Los últimos datos de 2023 y 2024 destacan cómo el mundo se está acercando a superar el objetivo de 1,5°C del acuerdo climático de París, que considera las temperaturas promedio a largo plazo en lugar de solo un año.
Colin Morice, de la Met Office, comentó que “un solo año que supere los 1,5°C por encima de los niveles preindustriales no significa una violación del límite de 1,5°C del Acuerdo de París, que requeriría una temperatura de al menos 1,5°C. en promedio durante un período más largo, como décadas.
Sin embargo, muestra que el margen para evitar este límite, durante un período sostenido, es cada vez más estrecho”. El profesor Rowan Sutton, director del Met Office Hadley Centre, añadió que “por sí solo, 1,5°C no representa un punto de inflexión en términos de impactos climáticos, pero cada fracción de grado de aumento en la temperatura global aumenta la frecuencia y gravedad de los fenómenos extremos. fenómenos meteorológicos”.
También destacó que el calentamiento “compromete al mundo a mayores aumentos del nivel del mar y aumenta el riesgo de superar los puntos de inflexión planetarios, como el colapso del bioma forestal amazónico o de las capas de hielo en Groenlandia o la Antártida”.
El nivel actual de calentamiento global (relevante para el Acuerdo de París) mide el calentamiento global desde las condiciones preindustriales, sin la influencia de las variaciones de temperatura de un año a otro.
Múltiples estimaciones apuntan a un nivel actual de calentamiento global de 1,3°C. La mayor parte del aumento de temperatura desde la época preindustrial está asociado con el aumento de gases de efecto invernadero en la atmósfera debido a las actividades humanas, en particular las emisiones de dióxido de carbono.
El profesor Tim Osborn, director de la Unidad de Investigación Climática de la UEA, destacó que “el mundo en su conjunto aún no ha comenzado a reducir el uso de gas fósil, petróleo y carbón, por lo que las emisiones de CO2 aún no han alcanzado su punto máximo y, como resultado, las emisiones globales.
Las temperaturas siguen aumentando, tal como lo predijeron los científicos del clima”. “A la tendencia a largo plazo se superponen pequeñas variaciones que normalmente duran uno o dos años y surgen principalmente de la variabilidad natural.
Estas pequeñas variaciones de 0,1 a 0,2°C pueden aumentar o disminuir temporalmente la temperatura global en relación con su tendencia subyacente y hacer que un año específico, como 2024, supere los 1,5°C, incluso si el calentamiento subyacente aún no ha alcanzado ese nivel. »
Una fuente clave de esta variabilidad natural de un año a otro es El Niño-Oscilación del Sur (ENSO), un patrón de variabilidad climática en el Pacífico tropical que impulsa modestos calentamientos y enfriamientos anuales del clima global. Un episodio de El Niño añade alrededor de 0,2°C a la temperatura global anual y un episodio de La Niña trae consigo una modesta disminución del calentamiento.
El Niño afectó los valores de temperatura en 2024 y 2023. Los eventos de La Niña, a su vez, atenuaron ligeramente los valores de temperatura global en 2021 y 2022.
A pesar del ligero enfriamiento en el Pacífico tropical, las temperaturas de la superficie del océano alcanzaron niveles récord en 2024.