Por Miguel Guaraglia
La atención especializada en el Hospital Artigas de Carmelo enfrenta importantes retos, particularmente en las áreas de urología y salud mental. En esta entrevista, la directora del centro, la doctora Karen Mareco, aborda las carencias, los esfuerzos realizados y las complejidades que impactan a los usuarios.
Urología: atención limitada por falta de especialistas
El Hospital Artigas, como centro de segundo nivel, no cuenta con una unidad de urología formal. Históricamente, los pacientes de esta especialidad eran derivados a hospitales de tercer nivel en Colonia. Sin embargo, tras la jubilación de los urólogos asignados, la dirección gestionó la incorporación de dos especialistas que atienden en Carmelo una vez por semana.
«Los urólogos realizan consultas y cirugías menores en semanas alternadas. Aunque esto permite resolver ciertos casos quirúrgicos en el hospital, las consultas son insuficientes para la alta demanda», explica Mareco. Este esquema deja en lista de espera a muchos pacientes, priorizando aquellos con patologías urgentes, como enfermedades oncológicas o infecciones complicadas.
Entre las consultas más frecuentes se encuentran infecciones urinarias, problemas prostáticos y cálculos renales. «Los casos menos urgentes suelen manejarse en policlínica, pero los que requieren atención especializada se retrasan debido a la limitación de horarios», detalla Mareco.
Salud mental: un equipo sólido pero con carencias críticas
La situación en salud mental refleja otro aspecto de las dificultades del hospital. Aunque Mareco destaca la calidad del equipo multidisciplinario, compuesto por psicólogos y otros profesionales, la falta de psiquiatras ha sido un problema persistente.
«Durante dos años, intentamos cubrir la vacante con un llamado para un cargo de alta dedicación. Finalmente, una nueva psiquiatra comenzará en febrero, lo que nos permitirá reducir la demanda acumulada», señala. Sin embargo, la reticencia de los especialistas a trasladarse al interior, debido a condiciones laborales más favorables en Montevideo, sigue siendo una barrera.
Impacto social y el legado del COVID-19
La doctora Mareco también subraya el impacto del contexto social en la demanda de servicios de salud mental. «El COVID-19 trajo consigo aislamiento, pérdidas y un incremento en el consumo de alcohol y drogas, lo que agravó patologías ya existentes», afirma.
Además, señala que el aumento en el conocimiento y la concienciación sobre la salud mental ha llevado a más personas a buscar ayuda, lo que, aunque positivo, sobrecarga un sistema con recursos limitados. «El desafío es atender esta creciente demanda de manera sostenible y con un enfoque adecuado», añade.
El Hospital Artigas de Carmelo, pese a sus limitaciones, continúa buscando soluciones para atender a su comunidad. Según la doctora Mareco, la clave está en optimizar los recursos actuales mientras se trabaja para atraer a más especialistas al interior.
«Hay retos importantes, pero también oportunidades para mejorar. Confío en que, con el tiempo y el apoyo adecuado, el hospital podrá superar estas dificultades y ofrecer un servicio más integral a los usuarios», concluye.