El bajo consumo de vino registrado en los últimos meses ha generado un preocupante sobrestock en la producción de uvas, lo que ha encendido las alarmas en el Centro de Viticultores del Uruguay. La situación, calificada como crítica por los productores, ha puesto en el centro del debate la gestión del Instituto Nacional de Vitivinicultura (Inavi), al que acusan de no haber adoptado medidas oportunas para mitigar el impacto en el sector, publicó El País.
Aramil Silva, integrante del Centro de Viticultores, expresó en declaraciones a Telemundo (Canal 12): “Inavi esquivó el bulto, no hizo las cosas bien y nos dejó por el camino sin crear una alternativa distinta al vino, como podría haber sido el mosto concentrado rectificado. No es un invento, es una salida sustentada en un estudio previo”.
Desde el Inavi, sin embargo, desmienten estas acusaciones y aseguran que el problema fue discutido en su directorio, incluso en presencia del actual ministro de Ganadería, Fernando Mattos. La institución sostiene una postura distinta a la de los productores, lo que ha profundizado las diferencias en torno a las soluciones planteadas.
En busca de alternativas, representantes del Centro de Viticultores se reunieron el pasado viernes con Alfredo Fratti, ministro entrante de Ganadería, en la sede de transición del gobierno. Este encuentro marca un esfuerzo por establecer un diálogo que permita enfrentar los desafíos que aquejan al sector.
El escenario plantea retos significativos para los pequeños y medianos productores, quienes aseguran sentirse relegados en las políticas de apoyo, que, según ellos, han favorecido históricamente a los grandes actores de la industria. La incertidumbre persiste mientras se esperan decisiones que puedan equilibrar la balanza y ofrecer soluciones a un sector clave de la economía uruguaya.
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