El cierre de la multinacional japonesa Yazaki en Uruguay afecta a 1.200 trabajadores, de los cuales 800 corresponden a la planta de Colonia. La empresa, dedicada a la producción de autopartes, anunció su salida del país este jueves, argumentando problemas de competitividad y conflictos sindicales.
El presidente del sindicato metalúrgico, Danilo Dárdano, cuestionó la decisión y afirmó que se trata de un cierre “de un día para el otro”, pese a que se venía trabajando en mejoras para el sector. “Junto a la empresa, el Ministerio de Industria, los trabajadores y los empresarios habíamos estado evaluando medidas para mejorar la competitividad y atraer nuevos proyectos. Sin embargo, de un momento a otro, Yazaki decide irse”, dijo Dárdano desde la planta de Las Piedras, Canelones, donde trabajaban 300 empleados.
En Colonia, donde la planta concentraba la mayor parte de los operarios, el impacto del cierre es significativo. La fábrica era una de las principales fuentes de empleo industrial del departamento, y su clausura deja a cientos de familias en una situación incierta.
Críticas al gobierno y reclamo a la nueva administración
El dirigente sindical también apuntó contra el gobierno saliente por la falta de medidas para sostener la industria autopartista. “Durante seis o siete meses estuvimos evaluando propuestas con el Ministerio de Industria para mejorar las condiciones de competitividad del sector. La respuesta fue que debía pasar a Economía, pero seguimos esperando”, aseguró.
De cara al futuro, Dárdano expresó su expectativa por la postura del gobierno electo de Yamandú Orsi. “Queremos saber qué importancia le dará a este tema y qué soluciones se pueden encontrar para garantizar la reapertura de las fuentes de trabajo”, sostuvo.
El cierre de Yazaki marca el fin de una de las principales industrias autopartistas del país y deja en evidencia las dificultades de Uruguay para sostener este tipo de inversiones. En Colonia, el impacto será especialmente profundo, dado el peso de la empresa en el mercado laboral local.