Durante la tarde del viernes, la inestabilidad entró en el oeste de Uruguay con la formación de múltiples células de tormenta, algunas de carácter supercelular, en el ambiente atmosférico extremadamente inestable.
El cazador de tormentas uruguayo Matías Mederos, residente en el área metropolitana de Montevideo, recorrió el país hacia el oeste, cerca de la frontera con Argentina, para capturar imágenes de las fuertes tormentas en la región, informó MetSul.
Mientras viajaba por el departamento de Río Negro, en la llamada Costa Oeste del país, Matías se topó con una nube de tormenta gigante, una tormenta supercelular, que es una condición extremadamente peligrosa por el clima severo.
El cazatormentas uruguayo interceptó la supercélula y enfrentó condiciones de alto riesgo de clima severo con granizo de gran tamaño y vientos intensos en zona rural de Río Negro.
“Están cayendo grandes bolas de hielo, es increíble, es impresionante”, narra en el vídeo el cazador de tormentas en medio de la intensa caída de granizos de gran tamaño provocada por la tormenta supercelular.
El coche que utiliza para cazar tormentas, con estación meteorológica portátil, sufrió daños en la carrocería y tuvo los cristales rotos por grandes granizos.
Las tormentas que afectaron el interior de Uruguay en la tarde de ayer y primeras horas de la noche, con supercélulas entre los departamentos de Río Negro, Salto y Paysandú, provocaron daños en la región como voladuras de techos de viviendas, depósitos y caída de árboles.
Una de las zonas más afectadas por el mal tiempo fue Santa Margarita, en el departamento de Río Negro, por donde pasó la supercélula interceptada por el cazatormentas.
Los daños observados en la zona rural de Santa Margarita fueron significativos con toda la estructura de una propiedad rural destruida por el viento y el granizo. Los árboles quedaron sin hojas y ni siquiera la maquinaria pesada de la finca escapó. Los daños observados en la zona son consistentes con el paso de un tornado o el registro de una microexplosión, una violenta corriente de viento descendente, dos fenómenos de viento severos que presentan daños similares en severidad.
Pequeño video de la cacería de hoy, se vienen muchísimo material increíble! pic.twitter.com/bPTSiJz1qC
— Mati Mederos (@MatiMederosURU) February 14, 2025
LA REGIÓN ES CONOCIDA POR SU CLIMA SEVERO
La región entre Argentina, Uruguay, el sur de Brasil y Paraguay se conoce como el Corredor de Tornados de Sudamérica.
Es la segunda zona del mundo con mayor propensión a fenómenos meteorológicos extremos. Esto ocurre debido al encuentro de masas de aire con características diferentes. El aire cálido y húmedo del Amazonas se desplaza hacia el sur, mientras que el aire frío de la Antártida asciende hacia el norte.
La colisión de estas masas de aire crea una fuerte inestabilidad en la atmósfera. Este intenso contraste térmico favorece la formación de tormentas severas. La región tiene una de las tasas de convección más altas del planeta. Los vientos en niveles altos de la atmósfera, como la corriente en chorro, intensifican las tormentas.
La combinación de calor, humedad y viento favorece la formación de supercélulas. Las supercélulas son tormentas extremadamente organizadas y peligrosas. Tienen una rotación intensa y pueden generar tornados, granizos gigantes y vientos destructivos.
Argentina es uno de los países con más tornados fuera de Estados Unidos. Brasil, Paraguay y Uruguay también experimentan eventos severos. Es común en la región granizos de más de 10 cm de diámetro. Las fuertes lluvias provocan inundaciones frecuentes. En muchas tormentas se registran ráfagas de viento superiores a 100 km/h.
¿QUÉ SON LOS CAZADORES DE TORMENTAS?
Los cazadores de tormentas persiguen fenómenos graves con fines de estudio, obtención de imágenes y seguridad pública. Monitorean tornados, tormentas y huracanes. La actividad combina ciencia, adrenalina y previsión meteorológica avanzada. La persecución de tormentas surgió en Estados Unidos en la década de 1950. Los meteorólogos comenzaron a perseguir tornados para comprender su formación. El objetivo era mejorar la previsión y salvar vidas. En la década de 1970, el interés creció. Las universidades y los investigadores han intensificado las expediciones. Se utilizaron equipos como radares móviles. Los tornados comenzaron a estudiarse directamente en el campo.
En la década de 1990, los medios de comunicación popularizaron la actividad. La película Twister (1996) inspiró a mucha gente. Los aficionados comenzaron a perseguir tormentas por pasión y por registro visual. Hoy en día existen cazadores profesionales y entusiastas. Meteorólogos, camarógrafos y aventureros siguen las tormentas en vehículos adaptados.
Utilizan radar, GPS y sensores para recopilar datos. La ciencia se beneficia de estas expediciones. Los cazadores ayudan a confirmar los pronósticos meteorológicos. Los datos recopilados en el campo mejoran los modelos de pronóstico y las alertas de emergencia.
Algunos cazadores venden imágenes para televisión y documentales. Impresionantes escenas de tornados y granizos gigantes generan gran interés y los canales de noticias en Estados Unidos utilizan estas imágenes para sus reportajes. La seguridad es primordial. Los cazadores experimentados siguen protocolos estrictos. Estudian mapas meteorológicos, conocen rutas de escape y evitan riesgos innecesarios. Esto se debe a que el peligro es real.
Los tornados cambian de dirección rápidamente. El granizo puede destruir vehículos. Las ráfagas de viento y las inundaciones son amenazas constantes.
Vía: MetSul
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