Un cuerpo celeste identificado recientemente tiene una probabilidad del 3,1% de colisionar con el planeta en 2032. Científicos monitorean su trayectoria.
Los astrónomos han identificado al asteroide 2024 YR4 como el objeto espacial con mayor probabilidad de impacto en la Tierra en la próxima década. Con un diámetro estimado entre 40 y 90 metros, su aproximación más preocupante se proyecta para el 22 de diciembre de 2032, con una posibilidad de colisión del 3,1%, según la última actualización de los especialistas.
Este porcentaje supera el riesgo que alguna vez representó el asteroide Apophis, que durante dos décadas fue considerado una amenaza antes de que se descartara su impacto. A pesar de ser más pequeño que Apophis, la energía cinética del 2024 YR4 podría provocar una devastación significativa, dependiendo del punto de entrada en la atmósfera terrestre.
Posibles escenarios de impacto
Si bien el asteroide no tendría la capacidad de destruir un país entero, podría devastar una ciudad entera en caso de colisión directa. Entre las áreas de posible impacto se encuentran Bogotá, Lagos y Mumbai, aunque gran parte de su trayectoria estimada pasa sobre el océano.
La magnitud de los daños dependería de factores como la densidad, la velocidad de impacto y el ángulo de entrada en la atmósfera. Se estima que el asteroide viaja a una velocidad constante de 61.000 km/h, y su composición determinaría si se desintegra antes de tocar el suelo o si genera un cráter de hasta un kilómetro de diámetro.
Referencia histórica: Tunguska y el impacto en la Tierra
Un evento similar ocurrió en 1908 en Tunguska, Siberia, cuando un objeto de tamaño comparable explotó en la atmósfera, liberando una energía equivalente a 12 megatones, similar a una bomba nuclear. Si 2024 YR4 es un asteroide rocoso, es probable que sufra una explosión en el aire antes del impacto. Si esto ocurre sobre el océano, los efectos serían mínimos; en cambio, sobre una ciudad, la onda expansiva podría causar graves daños estructurales y heridos.
Monitoreo y estrategias de defensa
El asteroide fue descubierto el 27 de diciembre de 2024 por el sistema ATLAS, poco después de pasar cerca de la Tierra. La primera imagen detallada se obtuvo el 7 de febrero de 2025, gracias al telescopio Gemini Sur, cuando se encontraba a 59,5 millones de kilómetros del planeta.
El Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA ha clasificado a 2024 YR4 en el nivel 3 de la escala de Turín, que mide el riesgo de impacto de objetos espaciales del 0 al 10. Este nivel indica una posibilidad real de colisión, aunque todavía no representa una amenaza grave. Solo el asteroide Apophis alcanzó el nivel 4 antes de que se descartara su peligro.
Los científicos prevén que el asteroide será difícil de observar hasta 2028, cuando volverá a acercarse a la Tierra, proporcionando nuevos datos para refinar su trayectoria. Hasta abril de 2025, telescopios de gran capacidad seguirán rastreando su posición antes de que se vuelva más difícil de detectar.
Mientras tanto, agencias espaciales como la NASA continúan desarrollando estrategias para mitigar posibles impactos. La misión DART, ejecutada en 2022, demostró que es posible desviar asteroides con un impacto controlado, un método que podría ser clave si 2024 YR4 representara una amenaza real en el futuro.