Yamandú Orsi asumió este sábado la Presidencia de Uruguay en una ceremonia solemne ante la Asamblea General. En su primer discurso como jefe de Estado, el mandatario destacó los avances del país en las últimas cuatro décadas de democracia y abogó por fortalecer la convivencia, el diálogo y el desarrollo económico y social.
El nuevo presidente recordó que, hace exactamente 40 años, Uruguay recuperaba su institucionalidad tras un período de dictadura, dando inicio al ciclo democrático más extenso de su historia. “La libertad, la verdad y la justicia deben seguir siendo compromisos inquebrantables”, afirmó Orsi, al tiempo que subrayó la importancia de los partidos políticos como garantes del pluralismo.
Un gobierno de continuidad y transformación
Orsi enfatizó que su administración no representará una “refundación”, sino una etapa de construcción sobre la “acumulación positiva” de las últimas décadas. En este sentido, agradeció a los expresidentes Julio María Sanguinetti, Luis Alberto Lacalle Herrera y José Mujica, quienes asistieron a la ceremonia, así como a Jorge Batlle y Tabaré Vázquez, fallecidos, y al mandatario saliente, Luis Lacalle Pou.
“La estabilidad democrática ha permitido la expansión de derechos, el fortalecimiento del desarrollo cultural y científico, y el acceso de más jóvenes del interior a la educación terciaria”, indicó. Además, destacó la solidez institucional del país y su reconocimiento internacional como una nación de reglas claras y estabilidad macroeconómica.
Ejes de gestión: economía, seguridad y derechos sociales
En su intervención, el mandatario delineó los principales desafíos de su gobierno. La recuperación del crecimiento económico y la generación de empleo de calidad serán prioritarias, dijo, con especial énfasis en la distribución equitativa del ingreso. En materia productiva, mencionó la necesidad de potenciar sectores estratégicos como la carne, el arroz, la soja, la madera y la celulosa.
Asimismo, anunció la creación de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación en la Presidencia de la República, con el objetivo de impulsar la investigación y el desarrollo tecnológico.
En cuanto a la seguridad, Orsi señaló que será implacable contra el delito, aunque advirtió que una estrategia exclusivamente represiva sería “insuficiente y hasta demagógica” sin abordar las causas estructurales de la violencia. También puso el foco en la urgencia de fortalecer la protección social y combatir la pobreza infantil, a la que calificó de “inadmisible”.
La salud mental, la presencia del Estado en los territorios y la construcción de mayores espacios de libertad fueron otros puntos destacados. “La verdadera libertad solo puede ejercerse en igualdad de condiciones”, sostuvo.
Política exterior y compromiso con la paz
Orsi reafirmó el compromiso de Uruguay con la estabilidad regional y la cooperación internacional. En este marco, su gobierno buscará avanzar en acuerdos dentro del Mercosur, reforzar la participación en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Organización de los Estados Americanos (OEA), además de ampliar la cooperación Sur-Sur.
Un mandato con vocación de servicio
El presidente cerró su discurso con un llamado a la unidad y al trabajo conjunto para construir “un mejor Uruguay”. Aseguró que gobernará con “dedicación, escucha atenta, fervor y trabajo incansable” y se comprometió a no ser “vacilante ni indiferente” ante los problemas del país.
“Que nuestro país sea un faro de convivencia, de respeto y de desarrollo para todos los uruguayos y uruguayas”, concluyó.