El ciclo de Ateneos Bioéticos que impulsa el Consejo Regional Montevideo del Colegio Médico del Uruguay (CMU) tuvo su segunda instancia de reunión y reflexión. En el Hospital Maciel, unos 70 profesionales analizaron la historia clínica real de un paciente que años atrás expresó verbalmente su decisión de no recibir tratamiento para prolongar su vida y que ahora perdió la capacidad de expresarse. Se planteó el dilema de respetar la postura expresada o, en beneficio del paciente, iniciar un tratamiento.
Según el doctor Raúl Lombardi, intensivista, nefrólogo e integrante de la Comisión Asesora de Bioética del CMU, “es imposible sacar una conclusión única de un debate tan rico como el que se dio”. En el encuentro, contó el experto, los profesionales analizaron los principios básicos de la bioética (autonomía, beneficencia, no maleficencia y justicia), abordaron el rol del médico y del equipo de salud.
Asimismo, se abordaron aspectos como el peso de una decisión que no está documentada, sino que fue transmitida verbalmente, y la incidencia que se le puede otorgar a la opinión de un familiar directo que va en sentido contrario. “Se plantean muchas preguntas que no tienen una respuesta única y se terminó reafirmando lo que ocurre generalmente en bioética, que es que no existe una respuesta correcta y una incorrecta, sino que lo importante es cómo se realiza el proceso de análisis del paciente y la toma de decisiones”, afirmó Lombardi.
“La bioética práctica es una reflexión de la práctica cotidiana. Lo valioso de esto –y es una responsabilidad que tenemos todos los médicos- es reflexionar sobre lo que estamos haciendo y evaluar si está bien dentro de un marco de valores”, resumió.
Por su parte, el doctor José Minarrieta, presidente del Consejo Regional Montevideo, expresó su satisfacción por la excelente convocatoria y alto grado de involucramiento de los profesionales en esta instancia.
“Desde el Colegio Médico iniciamos este ciclo buscando contribuir a la reflexión y a generar conocimiento. Organizamos los ateneos para llegar hasta nuestros colegiados en sus lugares de trabajo y proponemos casos reales, que interpelen su accionar diario y su escala de valores a la hora de tomar decisiones que tienen como centro la vida del paciente”, afirmó.
El ciclo de ateneos comenzó en junio y se realiza una vez por mes, durante ocho meses. Las reuniones se realizan en diversos centros asistenciales públicos y privados de la capital y están dirigidas a los profesionales que se desempeñan en esos lugares de trabajo.
Vía Quatromanos