Aunque el calendario marque el inicio del otoño, el termómetro en el sur de Uruguay sigue anclado en el verano. Las altas temperaturas que persisten en marzo no son una excepción, sino parte de una tendencia climática que se repite cada año.
De la Redacción de Carmelo Portal
21 de marzo de 2025
El otoño comenzó oficialmente, pero en buena parte del sur del país el calor se mantiene. Basta con caminar por la ciudad para comprobar que, más allá del equinoccio, el ambiente conserva el pulso veraniego. Desde Carmelo hasta Montevideo, pasando por Colonia, Mercedes y otras localidades del litoral, los días cálidos siguen siendo la norma en esta transición estacional.
Lejos de ser una anomalía, esta situación se repite con frecuencia año tras año en Uruguay, así como en regiones vecinas del sur de Brasil y el noreste de Argentina. El inicio del otoño en el Cono Sur no implica un quiebre inmediato en las condiciones climáticas. Por el contrario, es habitual que marzo continúe con jornadas de calor, sol y temperaturas elevadas, similares a las que se registran en pleno verano.
Especialistas en meteorología explican que este comportamiento se debe a la inercia térmica del continente. El calor acumulado durante el verano no se disipa de inmediato, y mientras no se instalen sistemas frontales fríos más persistentes, el ambiente cálido se sostiene, sobre todo en las zonas alejadas de la costa atlántica.
Un otoño que llega en silencio
Aunque el calendario marque el inicio de una nueva estación, en términos climáticos el comienzo del otoño muchas veces actúa como una extensión del verano. Las madrugadas apenas refrescan y las tardes pueden alcanzar niveles de calor considerables. La sensación térmica sigue siendo alta, y la vestimenta estival se impone sin discusiones.
En este 2025, los primeros días otoñales parecen seguir esa lógica. Las previsiones meteorológicas indican que se mantendrán las temperaturas elevadas durante los próximos días, especialmente en el litoral oeste, donde históricamente el calor suele prolongarse más allá del final oficial del verano.
Un cambio gradual, no inmediato
En el sur de Sudamérica, el paso de una estación a otra no suele ser abrupto. El otoño se instala de forma progresiva, y sus características más notorias —como el descenso marcado de temperaturas, la mayor frecuencia de nieblas o los cambios en la vegetación— comienzan a sentirse más claramente hacia mediados o fines de abril.
Hasta entonces, el cuerpo sigue respirando verano. Y aunque el calendario insista en que llegó el otoño, el clima, por ahora, parece no haber recibido la noticia.
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