Un nuevo informe del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (CERES), elaborado por el doctor en Economía Edgardo Favaro junto al equipo técnico de la institución, plantea que Uruguay debe avanzar en un modelo de descentralización educativa para mejorar los resultados en la enseñanza pública, especialmente en los sectores más vulnerables. La investigación, titulada “Un enfoque alternativo para mejorar la educación pública en contextos vulnerables”, se enmarca en la celebración de los 40 años de CERES y advierte que, sin reformas estructurales, será inviable proyectar un crecimiento inclusivo y sostenido en el país.
El estudio propone una serie de reformas agrupadas en dos áreas clave: por un lado, la modernización de la gobernanza en los Centros de Atención a la Infancia y la Familia (CAIF), y por otro, un conjunto de medidas orientadas a la gestión de la enseñanza primaria y media bajo la órbita de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP). La propuesta apunta a crear un modelo educativo más flexible, basado en la inclusión de organizaciones de la sociedad civil, la promoción de la competencia y el fortalecimiento de la descentralización con apoyo de los gobiernos departamentales.
Los CAIF y su rol estratégico
Los CAIF, creados en 1988, son centros socioeducativos que atienden a niñas y niños de 0 a 3 años en situación de vulnerabilidad. Funcionan bajo la rectoría del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU), pero su operativa está en manos de organizaciones de la sociedad civil. Según el informe, actualmente el 28% de los niños y niñas en esa franja etaria asiste a estos centros u otros similares, alcanzando un 34% de cobertura entre los hogares de menores ingresos. Sin embargo, la cobertura podría incrementarse significativamente.
El trabajo señala que uno de los principales desafíos para los CAIF es la falta de información sistemática sobre costos y resultados, lo que impide evaluar adecuadamente su desempeño. En este sentido, se plantea la necesidad de desarrollar herramientas que permitan monitorear asistencia, desempeño y gestión de cada centro, así como establecer protocolos claros para su supervisión, apertura y cierre.
Resultados educativos y contexto socioeconómico
El estudio de CERES también analiza los bajos resultados de la enseñanza pública y los atribuye a dos factores centrales: el bajo rendimiento de estudiantes de hogares de bajos ingresos y las deficiencias en la gestión educativa. “Las carencias educativas y de ingresos de los hogares en contextos críticos limitan la capacidad de esos hogares para estimular el desarrollo de las habilidades cognitivas y no cognitivas”, sostiene Favaro.
En ese marco, se considera fundamental avanzar hacia un sistema educativo más transparente, con mayor rendición de cuentas y autonomía de los centros, respaldado por políticas descentralizadas. Según el informe, este enfoque permitiría optimizar recursos, reducir el ausentismo y el abandono escolar, y mejorar el desempeño educativo de los estudiantes, particularmente de los sectores más desfavorecidos.
Repensar el rol de la ANEP y abrir a nuevos actores
La ANEP, responsable del sistema educativo no universitario, se caracteriza por una fuerte centralización en Montevideo, tanto en gobernanza como en diseño curricular y financiamiento. El informe propone «desmonopolizar» parte de sus funciones en la atención educativa de hogares en contextos críticos, replicando el modelo CAIF en la educación primaria y media.
Una de las medidas planteadas es la participación experimental de las intendencias departamentales en la gestión de centros educativos. CERES argumenta que los gobiernos locales poseen una ventaja comparativa clave: su conocimiento directo de las realidades comunitarias.
La experiencia de +Talentos
El trabajo también destaca experiencias piloto que ya exploran caminos de descentralización, como el Programa +Talentos. Esta iniciativa, desarrollada por la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) junto a la Intendencia de Paysandú, con apoyo de Ceibal y en coordinación con ANEP, acompaña la trayectoria educativa de jóvenes de enseñanza media superior provenientes de hogares con bajos ingresos.
Los estudiantes reciben apoyo económico y alimentario, junto con formación en áreas clave como matemáticas, español e inglés. Los primeros resultados han sido alentadores, demostrando que modelos descentralizados pueden generar impactos positivos. No obstante, el estudio subraya que este tipo de iniciativas deben expandirse y consolidarse a través de políticas públicas sostenidas a nivel nacional.
Una apuesta estratégica para el futuro del país
Favaro sostiene que, sin una mejora sustancial en la calidad de la educación pública, Uruguay no podrá dar el salto necesario en productividad ni lograr un crecimiento económico sostenible e inclusivo. La transformación educativa, especialmente en los sectores más rezagados, es presentada como un paso ineludible para avanzar en la equidad y el desarrollo.
El informe de CERES cierra con una serie de reflexiones que invitan a repensar el rol del Estado, las organizaciones de la sociedad civil y los gobiernos departamentales en la gestión educativa. Con evidencia y propuestas concretas, el estudio plantea una hoja de ruta que busca romper con el ciclo de pobreza educativa a través de la descentralización y la innovación en políticas públicas.
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