A las 14.37 del lunes 24 de marzo, el teléfono de emergencias del 911 sonó con urgencia desde la ciudad de Carmelo. Al otro lado de la línea, una voz solicitaba presencia policial inmediata en la intersección de las calles Ansina y Mortalena. Había ocurrido un accidente. Un hombre yacía inconsciente sobre el asfalto.
Cuando los primeros efectivos de la Seccional Tercera llegaron al lugar, encontraron al conductor de una motocicleta —más tarde identificado como C.F.V.L., de 53 años— gravemente herido. Estaba solo. No había otros vehículos ni testigos visibles. Una emergencia médica lo trasladó al centro asistencial más cercano. Horas después, se confirmó su fallecimiento.
En el sitio del siniestro trabajó personal de Policía Científica. Las primeras observaciones no permitieron establecer con precisión las causas del accidente. Sin embargo, según información oficial, la Policía investiga la posible participación de una camioneta blanca que no se encontraba en el lugar al momento de la llegada de los agentes.
Ese detalle —la mención de un vehículo ausente, un segundo actor no identificado— ha orientado la línea de investigación. No hay hasta ahora una confirmación oficial sobre su responsabilidad, pero los indicios recabados dan lugar a la hipótesis de que la camioneta habría estado involucrada en el siniestro y abandonado la escena.
Fuentes policiales señalaron que se recaban registros de cámaras de vigilancia cercanas y se toman declaraciones a vecinos y posibles testigos. No se descarta que en las próximas horas se emita un llamado público en busca de colaboración ciudadana.
El lugar del accidente se trata de una esquina de tránsito irregular, donde la visibilidad es reducida y la circulación vehicular, intensa en algunos tramos del día. En la zona no hay semáforos.
A esta hora, la Policía de Carmelo mantiene abiertas varias líneas de investigación. El foco está puesto en localizar al conductor de una camioneta blanca que, presuntamente, habría estado en el sitio del siniestro y se retiró antes del arribo de los efectivos.
El caso quedó en manos de la Fiscalía Letrada de Carmelo, que ya tomó conocimiento de los hechos y ordenó actuaciones complementarias.
Mientras tanto, en Ansina y Mortalena, el asfalto guarda marcas frescas. No hay testigos que quieran hablar. Solo una certeza: alguien estuvo allí y se fue.
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