En el acto aniversario de la Jura de la Constitución liderado por el Presidente Tabaré Vázquez, la ministra Eneida de León destacó la solvencia jurídica y democrática de Uruguay, su defensa de derechos y de vida, visibles en la política antitabaco, y la solidaridad plasmada en la reconstrucción de Dolores tras el tornado. “Este proyecto político (en el gobierno) prioriza el bien común por sobre el interés individual”, dijo.
“La historia nos muestra que nuestra Carta Magna ha sido un instrumento vivo que, con sus ajustes, ha fortalecido los cimientos para sobre ellos consolidar nuestra nacionalidad”, dijo De León en parte de su discurso en el marco del acto conmemorativo del 186 aniversario de la Jura de la Constitución, realizado este lunes 18 en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo.
En la ceremonia, presidida por el Presidente Vázquez, la ministra de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente aludió a la importancia de la Constitución, a la que definió como “piedra fundamental de nuestra nacionalidad”.
En fechas como la que se conmemora este 18 de julio es oportuno definir una mirada colectiva y compartida de futuro, añadió De León en otro tramo de su alocución en el acto que también contó con la presencia del vicepresidente Raúl Sendic, del prosecretario de la Presidencia, Juan Andrés Roballo, y de varios ministros, subsecretarios, expresidentes y legisladores.
“Resulta interesante y de absoluta actualidad comprender cómo en el terreno de los derechos y las garantías, nuestro marco constitucional fue recogiendo, en sucesivas etapas, el pensamiento universal y así amplió el campo de su consideración”, indicó la ministra.
“La obligación de conmemorar los hechos salientes de nuestro pasado constituye una expresión de compromiso ciudadano, de afirmación de principios y de reafirmación democrática”, expresó.
Precisó que la Constitución nacional uruguaya “acompañó las vicisitudes de nuestra historia como comunidad con identidad propia, para construir sobre ella una nación cada vez más segura de sí misma, más sólida y más abierta hacia la integración regional, y firme en sus vínculos con el mundo”.
Aludió al derecho a la salud de la población. “El Gobierno tiene claro que la salud pública es un componente esencial de la soberanía de las naciones, un derecho de las personas, un factor de desarrollo de las sociedades y una responsabilidad ineludible de los Estados”. En ese sentido, se refirió a la lucha contra el tabaquismo que derivó en hechos concretos.
“Pudimos vencer las aspiraciones comerciales de una multinacional movida por el sólo afán de lucro, sin atender los profundos daños que infringen a la salud de nuestras sociedades. Ello se logra cuando un país se siente seguro de sí mismo, de su constitución y del marco jurídico que le la sustenta”, recalcó.
Derecho a vivienda y protección ambiental
En lo que refiere a los temas que le competen como ministra de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, De León se refirió al derecho a la vivienda digna.
“Estamos reconstruyendo Dolores, en el departamento de Soriano, en un esfuerzo de país asegurando el derecho a la vivienda de los damnificados por el tornado del 15 de abril pasado”, puntualizó.
También aludió a la protección ambiental. Particularmente apuntó al último ajuste constitucional plebiscitado en 2004, que revalorizó la cuestión ambiental, el ordenamiento del territorio, el agua y el saneamiento. “Con él, Uruguay fue el primer país en el mundo en reconocer constitucionalmente, con visión de futuro, el derecho humano al agua potable y al saneamiento”, resaltó.
Agregó que es tiempo de pensar en el proyecto de país compartido. “Un estado se construye sobre bases solidarias, porque la vida y el destino de cada uno es importante, porque de la vida y del destino de cada uno depende el de los demás”, dijo.
“La profundidad y el alcance de la solidaridad serán la base de la estabilidad, el futuro y felicidad de un pueblo”, indicó.
“Un proyecto de país sustentable es un proyecto de territorio solidario, que construye cohesión social y acorta las distancias en el seno de la población, principal factor de fortalecimiento de la convivencia”, sentenció.
“Un proyecto de país sustentable implica la construcción de un territorio inteligente, que más allá de su geografía, de su paisaje y de sus recursos naturales, su principal riqueza está constituida por los valores y capacidades de su gente. Implica fortalecer el vínculo de la población con el territorio”, señaló.
La ministra consideró también que la construcción de ese vínculo con el territorio es indispensable para la convivencia y la mirada conjunta de futuro. “El territorio y la cultura son claves para encontrarlo, y el cuerpo normativo es imprescindible para consolidarlo”, detalló.
Aludió, además, al territorio inteligente, solidario y de arraigo, a lo que debe agregarse sostenibilidad e integración. Entiende que esa integración es un desafío para el país.
“Con nuestra demografía y nuestra geografía nuestro futuro depende de ser capaces de construirnos con una plena integración territorial, donde cada lugar sea bueno para vivir, donde cada rincón del territorio contribuya a la riqueza y al bien común, donde en cada lugar estemos cerca de todo y seamos ciudadanos plenos”, agregó.
Dijo que el concepto de sostenibilidad refiere al ambiente pero también encierra múltiples dimensiones que implican el legado a las generaciones que vendrán.
El bien común
“Este proyecto político reconoce el interés general, el bien común, y entiende que los bienes públicos, educación, salud, vivienda, convivencia, son la expresión de ese interés general y que necesitan del Estado y de la Constitución para que la oferta de esos bienes públicos se asegure”, abundó.
“La reafirmación del bien común en la esfera política nos exige entender que los procedimientos de formación de la voluntad son procesos de discusión y decisión sobre el interés general y no procesos de negociación de voluntades individuales que se suman”, afirmó.
De León insistió en que los derechos sociales no son permitir la integración al mercado de quienes no pueden hacerlo solos sino asumir colectivamente la satisfacción igual para todos de ciertas dimensiones elementales del bienestar y de la convivencia.
“Esto es el bien común, la esencia de una nación, fundamento de la Constitución y naturalmente de la política”, añadió.
“Uruguay recorrió un largo camino en la construcción de una sociedad que busca igualdad en derechos, creación de riqueza con justicia social”, reflexionó.
“Avanzamos con velocidades diversas, pero con logros significativos y medibles: reducción de pobreza e indigencia, construcción del sistema de salud, trabajo, ingresos, espacios reguladores y de concertación, respuesta al cambio climático, desarrollo, inversiones productivas, matriz energética y vivienda, y con grandes esfuerzos en educación y seguridad, así como en el fortalecimiento y rol del sector público”, insistió.
“Al mismo tiempo, el Estado asumió con energía y compromiso los desafíos y responsabilidades en materia ambiental y en ordenamiento territorial”, enumeró.
La jerarca dijo que los escalones por subir son cada vez más altos y que sería más fácil hacerlo en contextos de proyecciones económicas favorables.
De todas formas entiende que eso no debe ser un obstáculo para asumir los desafíos que se vienen con la prudencia y el realismo requeridos, así como también con la mayor energía, para lo cual se requiere la participación de todos.
Vía Presidencia de la República