Este jueves se celebra el Día Mundial de la Hepatitis y la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó su primera estrategia de eliminación de la hepatitis viral. Describe una serie de objetivos y cuya meta de eliminar la enfermedad como amenaza de salud pública para el año 2030.
Las hepatitis virales afectan a más de 400 millones de personas en el mundo y por su causa, un millón y medio de personas mueren al año. Es, la hepatitis viral, una enfermedad 10 veces más extendida que el HIV.
Entre sus variantes, la tipo C es un problema de salud pública a nivel mundial, ya que si no es detectada y atendida a tiempo se convierte en una enfermedad grave y crónica.
Según cifras de la OMS, entre 130 y 150 millones de personas tienen hepatitis C en todo el mundo y cada año se producen casi 4 millones de nuevas infecciones.
Anualmente unas 500.000 personas mueren por enfermedades hepáticas asociadas a la hepatitis C, como la cirrosis o el cáncer de hígado.
En Uruguay, según datos del Ministerio de Salud Pública (MSP), hay entre 36.000 y 50.000 personas infectadas con esta enfermedad y menos del 5% lo sabe.
Así como en la mayor parte de los países occidentales, en nuestro país, la primera causa de trasplante de hígado es la hepatitis C, una enfermedad para la cual hoy existen diversos tratamientos que junto a un diagnóstico precoz logran la cura.
Los antivíricos, por ejemplo, pueden curar aproximadamente el 90% de los casos. Sin embargo, es complejo lograr un diagnóstico precoz pues el 80% de los portadores no presentan síntomas tras ser contagiados.
El virus se transmite por el uso compartido de material de inyección al consumir drogas, en entornos sanitarios por la reutilización o mala esterilización de equipo médico, a través de transfusiones de sangre o por vía sexual.
Todas las personas de entre 20 y 65 años tienen derecho a solicitar un análisis de hepatitis C.
Fuente: Subrayado.