El Colegio Médico del Uruguay (CMU) organizó un taller denominado “Comunicación de malas noticias”, con el objetivo de preparar a los profesionales de la salud para enfrentarse a los pacientes y a sus familias cuando el pronóstico es poco alentador.
La jornada, realizada en la sede de la Fundación Peluffo Giguens, estuvo a cargo del doctor Raúl Mizraji, jefe de Coordinación de Trasplantes del Instituto Nacional de Donación y Trasplantes (INDT), quien indicó que “la relación entre el médico y sus pacientes es clave para cualquier sistema de salud. El Colegio Médico considera relevante que la comunicación forme parte del entrenamiento, porque cuando hay que hablar con las familias, en muchos casos se nos dificulta”.
Junto a él estuvo la Mag. Pilar Bacci, especialista en Psicología Clínica e integrante del equipo de psicólogos del INDT, quien afirmó que “hay que tener formación para llevar a cabo una comunicación efectiva y lograr que el mensaje no produzca un daño en quien lo recibe. A veces se informa algo con la mejor intención, pero la otra persona no lo toma adecuadamente y se generan efectos perjudiciales para el paciente”.
En el curso se dejó en claro que no hay protocolos o recetas para lograr una buena transmisión de lo que ocurre, sino que la clave está en prestar atención a una serie de fenómenos psicológicos que intervienen en ese proceso. El doctor Raúl Blanco, vicepresidente de CMU, indicó que “en el vínculo entre médico y paciente surgen diversos fenómenos, como la proyección, la empatía, los sentimientos negativos o positivos, la confianza mutua, los desafíos al saber médico, el desinterés y el compromiso. Todos estos deben ser tenidos en cuenta en la comunicación”.
Asimismo, Bacci apuntó que para que un proceso de comunicación sea efectivo, se debe “asegurar que haya una interacción entre médico y paciente y no un mero depósito de información. Hay que apuntar al intercambio, que reduce la incertidumbre, pero para eso los profesionales deben planificar”.
Las ponencias, además de informar, buscaron motivar a los participantes a reflexionar sobre su postura frente a la profesión y los pacientes. Entre otros aspectos, se citó al reconocido psiquiatra y psicoanalista argentino José Bleger: “El contacto directo con seres humanos como tales, enfrenta al técnico con su propia vida, su propia salud o enfermedad, sus propios conflictos y frustraciones. Si no gradúa este impacto, su tarea se hace imposible: o tiene mucha ansiedad y entonces no puede actuar, o bien bloquea la ansiedad y su tarea es estéril”.
Vía Quatromanos