Por Edmundo Roselli – Diputado Partido Nacional |
Luego de seis meses de ocupar la Presidencia Pro Tempore del Mercosur y finalizado el plazo que rige para ello Uruguay dio por cumplida su responsabilidad al frente del bloque comercial, asumiendo en su lugar Venezuela ya que según las normas vigentes la misma debe ocuparse en orden alfabético.
Desde entonces el Mercosur está viviendo uno de sus peores momentos generados en una crisis institucional respecto a la Presidencia Pro Tempore asumida por Venezuela que ignoró los reparos presentados por Argentina, Brasil y Paraguay.
Los socios fundadores, con excepción de Uruguay, y de significativo peso como lo son Argentina, Brasil y Paraguay, han expresado con mayor o menor intensidad que Uruguay debió haber continuado en la Presidencia Pro Témpore y que Venezuela no debió haber asumido como tal.
A la debilidad institucional que de por sí esa situación generó se sumaron graves declaraciones del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien ha calificado la posición de Argentina, Brasil y Paraguay de “Triple Alianza” y ha trazado un paralelismo con los oscuros años del Plan Cóndor, cuya mención reaviva en la memoria y los sentimientos de miles de ciudadanos de América Latina hechos y acontecimientos traumáticos y dolorosos que nada tienen que ver con la disputa por la Presidencia del bloque comercial. Desde entonces el tenor de las declaraciones, especialmente del presidente Maduro, se han ido agravando por su tono acusatorio y desafiante contraviniendo las más básicas estrategias diplomáticas.
De esa forma Uruguay se ha visto envuelto en una polémica que no buscó y que no le hace bien al Mercosur.
Hasta ahora nuestra Cancillería ha mantenido una actitud de cuidado y prudencia. Sin embargo el ministro Rodolfo Nin Novoa dijo en los últimos días que Brasil intentó «comprar» el voto uruguayo para desplazar a Nicolás Maduro.
Tal afirmación generó la reacción inmediata del gobierno de Brasil que citó al embajador uruguayo para expresarle su «profundo desagrado» por las declaraciones del canciller.
Ayer la Cancillería de Uruguay emitió un comunicado en el que expresa que en realidad hubo un “malentendido» durante la visita del canciller norteño, José Serra, a Montevideo.
«Cabe consignar que hubo un malentendido sobre la propuesta brasileña de efectuar actividades conjuntas de promoción comercial entre ambos países en terceros mercados, y que ahora ha quedado perfectamente claro que la misma no guarda relación alguna con la consideración del traspaso de la Presidencia Pro Témpore del Mercosur», afirma el comunicado de la Cancillería uruguaya.
Ante lo que antecede entendemos: Primero que como oportunamente lo expresara el senador Jorge Larrañaga en Venezuela no rige un sistema democrático y debería aplicarse la Carta Democrática del Tratado de Asunción y el Tratado de Ouro Preto.
Segundo: Venezuela, un país que tiene presos políticos, viola los derechos del Parlamento, cierra periódicos y veta a periodistas, no debería ostentar la Presidencia del Mercosur.
Tercero: Las instancias diplomáticas capaces de encontrar una solución no están cerradas pero para ello es necesario que Uruguay mantenga la prudencia y el cuidado necesarios a la hora de realizar declaraciones para evitar que coloquen al país en una situación de enfrentamiento con países vecinos como sucedió con Brasil, lo que debilita el relacionamiento y el posicionamiento internacional que ha caracterizado a Uruguay.
Cuarto: Esperamos confiados en que pronto se encuentre una solución a la tensa situación que vive Venezuela, una país que mantiene un antiguo vínculo comercial con Uruguay, y desde hace 30 Calcar realiza exportaciones con ese destino.