Por Elio García |
Esta foto la tomé el 20 de setiembre de 2007 a las 16 horas, 12 minutos y 21 segundos. Cosa curiosa che hoy la tecnología es tan precisa que te permite medir el tiempo de las fotografías con una precisión fuera de discusión.
Vean, no hay mucho que explicar, aquel día y por esa hora estaban sacando los adoquines de 19 de abril a la altura de Buenos Aires y se me ocurrió tomar esta fotografía en cercanías de mi casa.
Han pasado nueve años, y ayer, en la tarde del 18 de agosto de 2016 una empresa comenzaba arreglar todas esas grietas y pozos que fueron surgiendo en este tiempo.
Dicen los que saben que existe el artículo 1844 del Código Civil sobre la responsabilidad decenal.
¿Pero qué es la responsabilidad decenal? Es la responsabilidad civil contractual derivada de los daños provocados por defectos de la construcción en diez años.
No se necesita ser un calculista para comprobar que la obra de la foto no cumplió los diez años de ‘resistencia’. Ya casi nos olvidamos de todo aquello y hoy ya vuelven las máquinas y tratan de repararlo todo.
Volver al 2007 es solo un ejercicio. Una manera de hacer pensar. Con esto quiero llevarte a esa interrogante filosófica ¿para qué estamos aquí?, ¿qué es lo más importante de todo esto?, ¿a quién le importa algo lo que sucede afuera?.
¿Quien se anima hablar en la calle en voz alta?,
¿cuándo vamos a pensar en el hacia dónde vamos? -por ejemplo.