Durante el acto, el presidente del BCU, Mario Bergara, recordó que las monedas, y en particular este ejemplar conmemorativo, tienen un significado de identidad para la sociedad. A su vez, valoró la presentación como una nueva instancia de cercanía e inserción social de la institución, de la misma manera que sucede con el programa de educación económica y financiera BCUEduca.
El panel de presentación contó con los historiadores Ana Ribeiro y Gerardo Caetano y el experto en numismática Marcos Silvera, quien repasó la cronología de la moneda en Uruguay a 100 años de la primera acuñación donde aparece el prócer José Artigas. Asimismo, entre los asistentes estuvo el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori.
El ejemplar conmemorativo está confeccionado en plata 900 y presenta en el anverso la imagen de Artigas sobre su bandera realizada con pinceladas rústicas. El reverso refleja la vocación social e integradora del Reglamento mediante las efigies de los beneficiarios. Al mismo tiempo, se presentó una moneda conmemorativa de 10 pesos de circulación masiva, que muestra en su anverso el escudo nacional y en el reverso a los beneficiados.
Precisamente, la historiadora Ribeiro contextualizó la idea de Artigas de compensar a los más infelices y convertirlos en los más privilegiados.
En su opinión, el reglamento tenía un objetivo estratégico de incrementar la cantidad de cabezas de ganado para producir cuero, que además fue la primera moneda de intercambio del territorio debido a su alto valor.
“Poblar el campo facilitaba al Prócer tener recursos militares en el territorio, porque el vacío era un arma militar que se le daba vuelta en contra”, señaló la experta.
En ese sentido, Caetano enfatizó en la calidad de estadista de Artigas, ya que en el Reglamento exige contraprestaciones a los beneficiarios a quienes les prohíbe enajenar la tierra y les ordena producir de inmediato.
A la explicación económica del Reglamento de Tierras, la historiadora le añade el aspecto político. “Lo luminoso es que el mundo de los mandones y las jerarquías basadas en la sangre ha terminado y que los más infelices serán los más privilegiados”, sostuvo.
En la misma línea, Caetano opinó que el Reglamento ratifica el sello social del artiguismo. “Libertad republicana, libertad individual, soberanía particular de los pueblos, libertad del ciudadano virtuoso, que tiene como objetivo el bien común, donde alguien es libre porque se compromete en la libertad de los otros”, concluyó.
(Fuente: BCU Comunicación)