Un informe de la Comisión Interdepartamental de Personas Mayores del Congreso de Intendentes revela que los departamentos de Lavalleja y Colonia presentan la mayor proporción de personas mayores con 16.7% y 15.8% respectivamente.
Por otro lado, los departamentos menos envejecidos son Maldonado y Artigas con un peso de 11.4% y 11.5% respectivamente.
Artigas y Maldonado son los departamentos con tasas más bajas de mortalidad, en
el orden del 7.5 y 8 por mil, mientras que Rocha y Lavalleja presentan las tasas más
altas con 12 y 12.1 por mil respectivamente. Las variaciones en las tasas de mortalidad
se basan principalmente en la estructura por edades de la población.
El envejecimiento demográfico se produce por la conjunción de distintos eventos demográficos, donde sumado a la disminución de la tasa de natalidad y del aumento de la esperanza de vida, también interviene la migración. Las variaciones observadas a nivel de-partamental están determinadas además por las pautas de movimientos migratorios internos del país, asociadas a las oportunidades laborales y de crecimiento económico disímiles de los distintos departamentos.
A nivel territorial, los departamentos que presentan un mayor índice de sobreenvejecimiento
son Montevideo, Lavalleja y Flores. Lavalleja, además de ser uno de los departamentos
más envejecidos, es a su vez el que tiene mayor proporción de personas de
más de 85 años en el total de la población.
En todos los departamentos la presencia femenina en la población adulta mayor es superior
a la masculina con la excepción de Artigas. En Montevideo se presenta la mayor brecha
entre varones y mujeres adultos/as mayores.
El Uruguay envejecido
Dada la situación demográfica del Uruguay, el segundo país más envejecido de la región
después de Cuba, la situación de las personas mayores ya es un tema de suma relevancia
y representa importantes desafíos.
Las proyecciones de población indican que en Uruguay irá incrementando la proporción
de personas mayores de 60 años. La prolongación de la esperanza de vida producirá un
aumento de la población de 75 años y más dentro del conjunto de personas mayores, proceso conocido como “envejecimiento del envejecimiento”.
Estos procesos no sólo generan desafíos fiscales relacionados con la necesidad de expansión
de coberturas en materia de salud y pensiones, sino que requieren un cambio en
los perfiles de atención, y la consideración creciente de los temas relativos a los cuidados,
abordando aspectos que hasta ahora quedaban en la órbita de lo privado.
El sistema de seguridad social uruguayo en la etapa de retiro evidencia muy altos niveles
de cobertura; en el año 2014 el porcentaje de personas de 65 años y más que cobra
jubilaciones y/o pensiones era de 87.4% (MIDES, DINEM en base a ECH). El promedio
para América Latina es del 62,5%.
Dentro del grupo de personas con edades comprendidas entre los 65 y los 84 años, los
varones representan el 41.6% y las mujeres el 58.4%. Al analizar qué ocurre con las
personas de más de 85 años, se obtiene que la proporción femenina aumenta y alcanza
un 70.3% frente a un 29.7% de la masculina. Esto implica que siete de cada diez
personas mayores de 85 años en Uruguay son mujeres.