Declaración sobre el abandono de las negociaciones del TISA
De qué hablamos cuando nos referimos a exportaciones de servicios Las exportaciones de servicios son un componente clave de la economía del conocimiento en la que vivimos. En tal sentido, el sector servicios es el que más crece a nivel internacional, se caracteriza por soportar de mejor forma las crisis económicas, además de ocupar la…
De qué hablamos cuando nos referimos a exportaciones de servicios
Las exportaciones de servicios son un componente clave de la economía del conocimiento en la que vivimos. En tal sentido, el sector servicios es el que más crece a nivel internacional, se caracteriza por soportar de mejor forma las crisis económicas, además de ocupar la mayor parte de los recursos humanos y de alta calificación, tanto en las economías desarrolladas, como en las emergentes como Uruguay. Además, es el sector que permite la generación de valor agregado al resto de los sectores de la economía.
Cuando hablamos de exportaciones de servicios, nos estamos refiriendo a los sectores tradicionales como la logística y el turismo, así como a los otros sectores: Tecnologías de la Información; Procesos de Negocios, tales como reclutamiento de personal, pago de nóminas, compras y/o administración y finanzas; así como Servicios Profesionales como Arquitectura, Ingeniería y/ o Servicios Legales. Estos últimos, los servicios no tradicionales, son los que más crecen a nivel internacional, regional y en Uruguay, y es dónde nuestro país tendrá mayores dificultades producto de la no inclusión en el TISA, ya que se trata de actividades que se comercian más allá de las fronteras regionales.
Por qué se ha dado este crecimiento exponencial del sector servicios a nivel internacional
El crecimiento de los servicios a nivel internacional se debe entre otros: al desarrollo exponencial que han tenido las Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs), lo que ha permitido que actividades que antes no eran transables a nivel internacional hoy sí lo sean; el fenómeno de la fragmentación de actividades y procesos a nivel internacional, lo cual ha permitido que los países generen nuevas ventajas competitivas y/o redescubran parte de sus ventajas comparativas preexistentes para poder posicionarse a nivel internacional e ingresar en las cadenas globales de valor; y además por lo que se conoce como “Servicification”, concepto que refiere a la creciente producción y exportación de servicios de alto valor agregado por empresas de manufacturas e incluso agrícolas. Es por esto que muchas compañías multinacionales originalmente dedicadas a la producción de bienes, hoy se han incorporado a la producción y exportación de servicios globales. Por ejemplo, Volvo Logístics y Volvo Information Technology; HP y/o IBM que han pasado de ser productoras de hardware a empresas especializadas en servicios tecnológicos, administrativos y financieros a nivel internacional. En tal sentido, podemos incluso hablar del “agro-servicification” ya que empresas “productoras de semillas”, como Don Mario, ya no se definen como tales sino como desarrolladores de innovación y tecnología.
El sector en la región y en Uruguay
En 2014, las exportaciones de servicios de América Latina alcanzaron los USD 180.460 millones, mostrando en los últimos diez años una tasa de crecimiento anual promedio de 12,6%. Además, varios países de la región se encuentran listados en los principales rankings internacionales como las locaciones más atractivas para realizar actividades de servicios. Según el elaborado por A.T. Kearney, varios países latinoamericanos ocupan puestos cercanos a los líderes asiáticos: 4º México, 8º Brasil, 13º Chile, 24º Costa Rica y 30º Panamá. Otros, como Argentina, Uruguay y Colombia, se sitúan en las primeras 40 posiciones. Además, un importante número de compañías multinacionales se han instalado en varios países de América Latina, tales como IBM Global Services, Accenture, HP/EDS Services, Capgemini, TCS, Wipro e Infosys.
En el caso de Uruguay el sector representa el 68% del empleo, el 64.4% del PBI y tiene exportaciones del orden de los 4.500 millones al año (Fuente: Banco Mundial, BCU y Uruguay XXI).
Cómo promover las exportaciones de servicios
La forma de promover las exportaciones de servicios se basa en: promover las empresas nacionales, que son muchas y con un posicionamiento internacional muy alto, tales como Artech, CCC del Uruguay o CSI Ingenieros; así como captar Inversión Extranjera Directa (IED) para luego desde acá exportar servicios a su casa matriz y/o a terceros, ejemplo de ello son TCS, IBM, RCI, entre otras muchas.
En ambos casos, al tratarse de servicios, y en base a sus características distintivas, esto es intangibilidad y producción y consumo simultáneo, las formas de promoción son diferentes a los bienes, es por ello que una de las claves es la generación de credibilidad, lo cual aplica tanto para los exportadores como para atraer IED. Es por esto que, con la medida de abandonar el TISA no solo perdemos su activo intangible más importante, esto es generar credibilidad para los potenciales compradores e inversores, sino que además generamos credibilidad negativa, ya que abandonamos el proceso sin siquiera conocer los resultados.
En qué nos afecta estar o no estar en el TISA
El TISA es un acuerdo plurilateral, donde participan los países que tienen un mayor peso relativo en el comercio de servicios, tanto en su economía como en el empleo. Estos países son grandes, medianos y pequeños, de izquierda, de centro y de derecha, por lo cual el acuerdo no se relaciona con ninguna ideología en particular. Dentro de los países participantes hay ocho países latinoamericanos, por lo cual no es cierto que Uruguay esté solo frente a las grandes potencias. El acuerdo en negociaciones tiene por objetivo su multilateralización, por lo cual no está cerrado a otros países, y el hecho que no esté Brasil y Argentina, lo cual tiene lógica en base a las estrategias de política comercial de estos países, no es óbice para que no esté Uruguay, es más esta ausencia debería ser entendida como una ventaja competitiva temporal, de manera de robustecer el liderazgo regional en el tema.
Los beneficios de participar en un proceso de negociaciones como el TISA, se relacionan directamente con la clave de los servicios, esto es credibilidad y transparencia, ésta última por cierto es el principal activo de participar. Por lo cual, menciones tales como que el TISA supone eliminar monopolios, ir contra los servicios públicos, estatización de empresas estatales, o el embargo del patrimonio de innovación de las próximas generaciones, son FALSAS.
El ingreso al TISA por el gobierno anterior, podría ser considerado como una de las medidas más progresistas y visionarias de dicho gobierno. La actual, abandonar las negociaciones, no solo hace que las Pymes más innovadoras de nuestro país pierdan una posibilidad de crecimiento, sino que también perdamos la posibilidad de atraer nuevas empresas en el sector, con los beneficios que ello conlleva.
Desafortunadamente, por más que se ponga en práctica la estrategia del avestruz, esto es “meter la cabeza debajo de la tierra”, el mundo gira y sigue avanzando, y en entre ellos nuestros competidores directos en este tema, o sea Polonia, República Checa, Costa Rica, Colombia, Chile, entre otros muchos, quienes con esta medida están festejando ya que estamos regalando años de trabajo y liderazgo internacional en el tema.
Uruguay ha tenido la oportunidad de jugar un rol protagónico en el mercado internacional de servicios y con esta decisión no perdemos otro tren, perdemos en posibilidad de crecimiento y desarrollo y en particular en generar empleo altamente calificado. En base a esto, es clave que en lugar de retirarnos de las negociaciones de manera definitiva, se pida un tiempo para estudiar el tema con todos los actores involucrados a nivel social.»