Desde 2010 se han inscripto un total de 10 estudiantes privados de libertad en la Licenciatura en Psicología de la Udelar. En marzo de este año la Facultad recibió la solicitud de quince personas privadas de libertad, de las que finalmente se anotaron ocho.
Este aumento de estudiantes en situación de privación de libertad ha generado transformación y búsqueda de propuestas pedagógicas que permitan articular entre estas dos instituciones con reglas, culturas y objetivos diferentes.
Las estrategias implementadas varían según la persona, el curso que va a realizar y el centro de reclusión en el que esté el estudiante. En función de ello, es que se plantea la idea base de que los estudiantes privados de libertad puedan estudiar desde el establecimiento penitenciario en el que se encuentran.
Una de las razones por la que se implementa el ir a la cárcel, según la docente Cecilia Baroni, tiene que ver con no dejar sabotear el proyecto educativo por falta de permisos.Que puedan cursar presencialmente depende directamente del permiso expedido desde los juzgados, que la institución carcelaria cuente con personal que les traslade, y de las medidas de seguridad que disponga el juez. A eso se le suma sortear los estigmas sobre las personas que han cometido delitos y lo que se «debe hacer con ellas», y que el resto de los actores institucionales la coloquen en el lugar de persona y no de preso que viene a estudiar, explica Baroni.
Con la reciente aprobación y financiación del proyecto «La libertad de estudiar», en el marco del llamado a Innovación de la Enseñanza de la Comisión Sectorial de Enseñanza (CSE), la propuesta de seguir formando estudiantes privados de libertad será llevada adelante por un equipo de docentes y estudiantes avanzados, lo que implicará continuar articulando con los referentes educativos, coordinar y asesorar en muchos casos a los docentes de las Unidades Curriculares Obligatorias. En este sentido se trata de ajustar modalidades de cursada y evaluación, pensar las concepciones que sostienen la práctica docente; muchos se han planteado si un preso puede estudiar psicología.
Espacios de Práctica y de Acompañamiento y Asesoramiento pedagógico
Son estudiantes del ciclo de graduación quienes, acompañados por la docente, se encargan de tutorear, acompañar y realizar asesoramiento pedagógico a los estudiantes privados de libertad. Se trata de estudiantes que cursan las prácticas y proyectos del Ciclo de Graduación y que semanal o quincenalmente concurren a diferentes cárceles.
La docente encargada de la práctica entiende que la misma se ubica en el entrecruce de la psicología y la educación, para el caso, en una institución de encierro. Los estudiantes devienen asesores pedagógicos y psicológicos, centrando su práctica en la concreción del proyecto educativo, entendiendo los aspectos psicológicos que pueden estar obturando o facilitándolo. También se suma comprender lo que genera la institución de encierro en los sujetos educativos privados de libertad en relación a su proyecto educativo.
Modalidades
En el correr de estos años se han adecuado y desarrollado las cursadas semipresenciales y a distancia, que facilitan que alguien pueda estudiar sin venir a la Facultad. Asimismo, el acompañar y visualizar algunos obstáculos que se le presentaban a estos estudiantes a la hora de cursar en psicología, se propuso en el marco del diseño e implementación del Plan 2013 la posibilidad de dar exámenes libres. Antes el derecho a examen se generaba por medio de parciales, teniendo que recursar lo que la modalidad libre de cursada se impulsó como algo positivo para todos los estudiantes.
No obstante las modalidades semipresenciales y a distancia aún presentan dificultades a nivel de la infraestructura. La falta de conectividad en los centros de reclusión hacen poco viable el acceso a materiales de estudio. En los casos en que sí hay un acceso, limitado a internet, tampoco cuentan con espacios que propicien y favorezcan el estudio.
En total transitaron por la licenciatura en psicología 10 estudiantes privados/as de libertad, algunos cumplieron su pena y se reintegraron a la vida universitaria, otros interrumpieron su formación. Para la docente responsable del proyecto «los estudiantes que ingresaron el año pasado rindieron exámenes y siguieron los cursos, teniendo muy buenos resultados en la planificación que se ha realizado con ellos»
Vía UDELAR