La informalidad y la siniestralidad que registran el sector de los repartidores en motocicleta “son muy altas”, según aseguró el titular de Trabajo, Ernesto Murro. El acuerdo firmado por esa cartera con el Inefop y la Unasev procura formalizar gradualmente esa actividad. A partir de 2018 será obligatoria la capacitación para quienes realizan esta labor. El ministerio ya realizó 220 inspecciones en todo el país.
El ministro Murro participó este miércoles 5 del Lanzamiento del Programa de Capacitación de Trabajadores Repartidores en Motocicletas, que surge de un acuerdo entre el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, la Unasev (Unidad Nacional de Seguridad Vial) y el Inefop (Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional).
Tiene por objetivo capacitar a los trabajadores para reducir gradualmente la informalidad en el sector y la siniestralidad que se registra en la actualidad.
En conferencia de prensa, Murro explicó que el convenio establece que a partir de 2018 será un requisito excluyente la realización de un curso previo de capacitación para poder desempeñarse como repartidor o delivery.
Si bien no hay cifras oficiales, son miles las personas que se dedican a este trabajo, según precisó el ministro. “Es una actividad con un alto grado de informalidad y de difícil detección”, acotó.
Agregó además que ya se hicieron 220 inspecciones, tanto en Montevideo como en el interior, revelando una muy alta informalidad y siniestralidad; y ningún tipo de capacitación.
Murro adelantó que la formación estará a cargo del Inefop y que en una primera instancia serán capacitados 75 personas en tres cursos (dos en Montevideo y uno en el interior). Se prevé alcanzar la cifra de 3 mil repartidores, agregó.
Los cursos prevén la mejora en el desempeño en la actividad mientras están circulando en la calle así como también la capacitación en la atención al cliente.
Por otra parte el titular de Trabajo subrayó la muy buena disposición de varios sectores empresariales (Farmacias, restaurantes, almacenes, kioskos, etc), así como también sindicatos y empresas que se dedican especialmente a este rubro, que permitirá incentivar y estimular a estos trabajadores que “muchas veces son olvidados, desprotegidos y postergados”.
Destacó especialmente la colaboración del Centro de Almaceneros Minoristas, Baristas, Autoservicistas y Afines del Uruguay (Cambadu), que logró la donación de dos motocicletas como incentivo para que los trabajadores se acerquen y participen espontáneamente de estos cursos.
El proyecto cuenta además con 200 cascos donados por el Banco de Seguros del Uruguay (BSE) y el Hospital Británico, así como también con chalecos reflectivos y kit de herramientas.
El objetivo principal es que los trabajadores se capaciten para así poder realizar su trabajo de una manera más humana y más digna”, enfatizó Murro.
“Es una tarea nueva para el país, rara en el mundo y de la que seguramente iremos aprendiendo para perfeccionarla”, añadió.
El acto que se llevó a cabo este miércoles 5 en la sala Enrique del Ministerio de Trabajo y contó con la presencia del presidente de la Unasev, Gerardo Barrios, el titular del BSE, Mario Castro, y el inspector general de Trabajo, Gerardo Rey.