La conflictividad laboral global del mes de setiembre fue poco más del doble de la del mes
anterior (+117%) mientras que la sectorial fue un 31% menor.
En cuanto a la conflictividad global en setiembre se registró un paro general parcial por trabajo y salario, por inversión pública, por más presupuesto para la educación y por una seguridad social sin AFAPS, el que la educación lo realizó por 24 horas.
Esto explicó el aumento en relación a agosto. Por su parte en relación a la conflictividad sectorial si bien hubo varios paros este mes, en agosto hubo mayor conflictividad en la educación y falleció un trabajador en la construcción, hecho que se repitió en setiembre pero cuya medida coincidió con el paro general y quedó sumado en la conflictividad global.
Por otra parte tanto la conflictividad global como la sectorial fueron menores a la de un año
atrás (-24% y -34% respectivamente) momento en que se discutía el presupuesto quinquenal lo que generó mayores movilizaciones.
En el mes de setiembre de 2016 se realizaron 13 paros, uno de los cuales fue el general ya
mencionado y otro fue coordinado en la industria con el liderazgo de la metalúrgica y los
trabajadores del mar por trabajo e inversión. Por su parte hubo dos ocupaciones, una en la
UTU de Santa Catalina por 24hs en reclamo de más personal y el 30 comenzó una ocupación
en el Hospital Piñeyro del Campo en reclamo de un incentivo por trabajar con pacientes con
dificultad mental. Se perdieron en el mes 138.064 jornadas laborables y se involucraron en los conflictos 159.760 trabajadores.
La construcción y la educación fueron las ramas con mayor conflictividad
Si consideramos solo los conflictos de rama o empresa, es decir si no sumamos el paro general, la construcción fue la rama que presentó mayor número de jornadas perdidas, como consecuencia de un paro con asamblea con gran adhesión para discutir la plataforma salarial de la próxima negociación.
Dentro del sector privado en segundo lugar se ubicó la industria manufacturera por el paro
coordinado ya mencionado y en tercer lugar “servicios” donde se consideró el largo conflicto
de envasadoras de supergas que en la empresa Riogas duró casi todo el mes pero también
pararon las otras empresas por 48 horas por el despido de tres trabajadores en Maldonado.
Dentro del sector público, que representó el 34% de la conflictividad sectorial, se destacó la
educación (28%) con un paro en Secundaria y otro en Primaria en Montevideo ambos por el
mismo motivo: en el primer caso agresión a una profesora y a la directora del Liceo de La Paz y en el segundo agresión a una maestra en una escuela del Cerro.
Las reivindicaciones salariales fueron la principal causa de conflictividad
El 82% de la conflictividad fue por mejoras salariales. Allí se sumó el paro general, que si bien tuvo una plataforma más amplia, presentó esta causa dentro de las más destacadas no sólo por la negociación privada sino también por mayores recursos para la educación pública.
Además de la asamblea en la construcción ya mencionada, hubo paro en la Cementera de Minas por mejora salarial para una categoría, y paro en los médicos de Salud Pública por falta de avances en la negociación.
Por mejores condiciones de trabajo hubo paros en limpieza de la IMM, en Primaria y Secundaria por agresiones y un paro de 48 horas de los médicos forenses por mejores condiciones. Por último dentro de empleo se registraron los paros en envasadoras de supergas por despidos y en el taxi en rechazo a Uber, además del paro en la industria por trabajo e inversión.
Perspectivas
Es probable que la conflictividad descienda en el mes próximo, dado que el paro general
previsto para octubre no fue aprobado por la Mesa Representativa del PIT-CNT. En agosto,
cuando se votó el paro general parcial que se realizó el 15 de setiembre, la medida había sido muy discutida y de hecho se aprobó por 21 votos a favor y 20 en contra, lo que marcó las diferencias internas: una parte del movimiento sindical consideró que la flexibilización de las pautas salariales y la mejora de recursos para la educación habían mostrado la voluntad del gobierno para aceptar las reivindicaciones de los trabajadores y otra que esto era insuficiente.
Sin embargo cuando a fin de mes volvió a discutirse un nuevo paro de 24 horas la mayoría de los delegados (31 contra 15) valoró que el momento no era adecuado.
En cuanto a la conflictividad sectorial es probable que se mantenga en guarismos similares a
los actuales, aunque existe un hecho nuevo que genera incertidumbre. La construcción
comenzó a negociar y hay acuerdo entre trabajadores y empresarios respecto a ajustes y
correctivos anuales, lo cual está fuera de los lineamientos del gobierno -que proponen
correctivos a los 24 meses-. El sector pidió flexibilización de los mismos: de la respuesta
depende que aumente o no la conflictividad en la construcción e incluso en otros sectores que hoy negocian con las mismas aspiraciones.
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