La pintura representa a Lucía Topolansky y José Mujica desnudos, caracterizando a Adán y Eva, realizada por el artista Julio de Sosa.
La obra fue descolgada de la Galería Diana Saravia en Montevideo por orden policial, según versiones del Ministerio del Interior a pedido de varias denuncias de vecinos.
Sin embargo, Raúl Oxandabarat, vocero del Poder Judicial, dijo a Montevideo Portal que «la Policía no puede ordenar el retiro del cuadro. La jueza sí, pero tras una extensa actuación judicial en la que se dirima eso, que no fue el caso. Aquí accedieron voluntariamente a quitar la obra», explicó.
Desde la Suprema Corte aclararon que si el autor o la galerista quisieran volver a poner el cuadro «pueden hacerlo hoy mismo», aunque naturalmente se exponen a algún tipo de demanda que la Justicia deberá resolver si es justificada, publica Montevideo Portal.
Los senadores Lucía Topolansky y José Mujica realizaron una consulta con sus abogados acerca de si podría estarse incurriendo en el delito de injurias por la exhibición de la obra «Génesis Uruguay»,informa El País.
En declaraciones a La Diaria, Topolansky dijo que se hizo un “exhibicionismo sin permiso” de su imagen. «Ahora te agarran para el chijete. Te ponen en la vidriera de una galería y la gente no sabe si vos posaste para eso, o si lo autorizaste o no. No tiene goyete. Es una cosa totalmente menor, pero al leer la prensa todos los días siempre te dan un palo, y esto está en ese marco”, explicó la senadora.
Mujica, por su parte, dijo a Telenoche que «es triste» lo sucedido con la obra. «Tienen derecho a ganarse unos pesos, pero yo creo que las cosas tienen un límite», manifestó.
La polémica
«Estamos ante una suerte de decisión al estilo de un emperador», dijo a El Observador el artista plástico Gustavo Fernández, quien añadió, «es una versión de Adán y Eva. Estamos hablando de alguien de quien se venden calzoncillos con la cara de él en Japón. En Barcelona venden versiones del «cagatío» catalán de Mujica. Entonces, ¿cuál es el problema con esto? Esto es un acto de censura en un gobierno progresista, con ese último antecedente de un reaccionario como Elizalde, a quien ni Sanguinetti, entonces presidente, reconoció en esa actitud. Esta es la parte que angustia y que, como artista, me hace sentir inseguro», comentó Fernández a El Observador.