Los accidentes cerebrovasculares son la principal causa de muerte y discapacidad en Uruguay. Cada día, 17 casos son diagnosticados, principalmente entre mayores de 50 años, pero también entre niños y adultos jóvenes, por lo que el Gobierno apoya una campaña comunicacional para fomentar la prevención. Alimentarse en forma saludable, realizar ejercicio, controlar presión y colesterol y no fumar son algunas formas de evitarlos.
Yoria, Zelarayán y Quian en conmemoración del Día Mundial del Accidente Cerebrovascular
El 29 de octubre es el Día Mundial del Accidente Cerebrovascular (ACV). En este contexto, el Ministerio de Salud Pública (MSP), la Comisión Honoraria de Salud Cardiovascular (CHSCV) y la Sociedad de Neurología del Uruguay elaboraron un spot televisivo que procura informar y generar conciencia sobre esta patología.
En un acto realizado el viernes 28, en las instalaciones del Museo de Artes Visuales, el director general de la Salud, Jorge Quian; el presidente de la CHSCV, Mario Zelarayán y la presidenta de la Sociedad de Neurología, Diana Yoria, coincidieron en la necesidad de prevenir los ACV en la población, teniendo en cuenta que a diario se diagnostican 17 casos y que la mortalidad alcanza las siete personas por día (cuatro mujeres y tres hombres promedio).
Los ACV son la primera causa de muerte de los uruguayos y de discapacidad, lejos de cualquier otra patología, incluso cardiovascular, cáncer, afecciones respiratorias y siniestros de tránsito. Son más comunes en mayores de 50 años, pero se puede dar a toda edad, incluso en niños. En varios casos ocurre entre los 30 y los 40 años, edad en la que el estrés tiene alto nivel de incidencia.
Existen múltiples factores de riesgo que pueden desencadenar esta patología: hipertensión arterial (provoca la mitad de los ACV), inactividad física, colesterol, diabetes, estrés y medio ambiente. “Hay más de 10 factores reconocidos”, explicó Zelarayán, quien apeló a la toma de conciencia de la población a través de la difusión y promoción del tema. “La gente debe tener conocimiento y percepción del riesgo, debe saber que es una enfermedad frecuente y mortal, por lo que es necesario tomar las precauciones del caso, atendiendo los factores de riesgo”, indicó.
Entiende que esos factores deben tenerse en cuenta desde el embarazo y el nacimiento. “La madre embarazada que fuma le carga un riesgo a su hijo, ya que facilita que, cuando ese niño llegue a adulto, sufra un ACV”, explicó. En cuanto al peso, el especialista recordó que es algo que hay que cuidar a lo largo de toda la vida e instó a controlar la presión arterial de los niños desde los tres años y el colesterol desde los seis. “Los controles médicos regulares son fundamentales”, indicó, dado que cuando la enfermedad aparece tiene un rápido desarrollo, pero pasa mucho tiempo en forma asintomática. “Uno no puede saber si está en condiciones de padecer un accidente cerebrovascular si no se controla en forma periódica”, dijo.
En los últimos años se registró un descenso en la cantidad de casos, pese a que sigue siendo la principal causa de muerte. Zelarayán entiende que esta tendencia favorable se debe a que los uruguayos están tomando más conciencia, está más activa, controla su presión y el colesterol.
¿Cuándo estamos ante un ACV?
El ACV ocurre de forma repentina y brusca, de un momento para otros. Los síntomas dependen de la zona del cerebro que esté dañada, pero algunos son los más frecuentes: dificultad para hablar (para pronunciar o expresar un contenido determinado), pérdida de la visión de uno o ambos ojos, reducción de fuerzas de la mitad del cuerpo (que afecte cara y un brazo o la totalidad del hemicuerpo), adormecimiento de la mitad del cuerpo, trastornos de la marcha, del equilibrio y de la coordinación.
“En algunas situaciones el paciente se da cuenta que algo le está ocurriendo y en otras ocasiones es el familiar quien nota que algo está pasando. En ese caso se le puede pedir una serie de pruebas sencillas: que denomine algo, preguntarle dónde está, si siente que algo le está ocurriendo, pedirle que levante los brazos y ver si hay una parte que no puede moverla, comprobar si tiene una desviación de la boca. Son síntomas que alertarían a un familiar o allegado de la presencia de un ACV”, relató la presidenta de la Sociedad de Neurología.
Yoria aseguró que el ACV es una emergencia médica y que la asistencia médica debe procurarse en forma inmediata. “El tiempo que transcurre entre que se presenta el síntoma hasta que comienza a ser tratado es muy importante e incide directamente sobre el grado de las secuelas que puedan quedar luego de un episodio de este tipo”, indicó.
Una vez que se detecta la presencia de síntomas, es prioritario concurrir o llamar a un servicio de emergencia que evaluará a la persona con los correspondientes estudios. Cuando se confirma, se define si se le realiza un tratamiento específico como la administración de trombolíticos por vía intravenosa, sustancia capaz de disolver el coagulo que obstruye una arteria.
Los grados de recuperación son variables, dependiendo de la gravedad del accidente. Algunos alcanzan una recuperación completa, otros tienen secuelas menores, y en algunos casos severas.