Con un evento dirigido a todo el cuerpo médico del país, que llegó al interior vía teleconferencia, el Colegio Médico del Uruguay presentó tres ponencias que abordaron las repercusiones orgánicas y funcionales del consumo problemático de cannabis.
La jornada, que se desarrolló bajo el título “Develando Mitos”, abordó en primera instancia la diferencia entre el consumo problemático y dependiente del recreativo y social. “Si la sustancia ocupa un lugar preponderante en la vida de un sujeto, queda entronizada en un lugar especial y de alguna manera el consumo se remite a otras dificultades vinculares en el pasado de la persona, estamos hablando de que hay un problema”, señaló el coordinador del encuentro, Dr. Juan Mario Triaca, director del Centro de Referencia de la Red de Drogas “Portal Amarillo”.
En el cannabis, como con el alcohol, la mayoría de las personas tiene vínculos que no son problemáticos, se explicó durante la jornada. Asimismo, se señaló que para la medición de estos vínculos pesan aspectos cualitativos, pero también sobre la cantidad de consumo, y en este aspecto los malos hábitos y consecuencias son parecidas a las del consumo de tabaco.
Uno de las consecuencias abordadas durante la jornada fue el compromiso respiratorio provocado por el consumo de marihuana. La Dra. Verónica Torres, profesora agregada de Clínica Médica de la Facultad de Medicina, mostró a través de una serie de investigaciones y estudios de casuística mundial las repercusiones sobre la vía aérea que tiene el consumo problemático, en este caso cuando se fuma mucha cantidad y durante tiempo prolongado.
Sobre los trastornos cognitivos y de memoria, fundamentalmente en la adolescencia, cuando se da un importante desarrollo del sistema nervioso central, expuso la Dra. Laura Sarubbo, profesora agregada de la Clínica Psiquiátrica de Facultad de Medicina.
En tanto, la Dra. Alba Negrín, profesora agregada del Departamento de Toxicología de la Facultad de Medicina, abordó aspectos más generales, como la repercusión efectiva del consumo en distintos órganos y sistemas, así como los escenarios de riesgo.
La instancia de actualización permitió al cuerpo médico abordar estudios locales e internacionales de una sustancia que si bien es conocida milenariamente, su uso y difusión cobró visibilidad en el marco de la ley de regulación aprobada en Uruguay. Estos conocimientos permitirán a los médicos discriminar entre los casos de consumo problemático y los que no presentan riesgos, además de promover la atención e investigación a partir de los datos clínicos que se obtengan en consulta, para determinar cuándo puede haber repercusiones a causa del uso de esta sustancia.