«El sistema educativo uruguayo carece de un marco nacional de competencias docentes. No existe un planteo claro y conciso ni un perfil de qué se espera que sepan y puedan hacer los docentes. A nivel nacional, no hay criterios de desempeño uniformes ni marcos de referencia que puedan aportar información a los programas de formación docente o en función de los cuales se los pueda evaluar.»
El informe Revisión de recursos educativos: Uruguay de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) fue presentado el martes 22 de noviembre. El estudio tiene como objetivo brindar análisis y asesoramiento sobre cómo distribuir, utilizar y gestionar los recursos para que contribuyan al máximo logro de los objetivos de enseñanza.
La presentación estuvo a cargo de Paulo Santiago de la Secretaría de la OCDE, y fue divulgada hoy por el INEEd (Instituto Nacional de Evaluación Educativa).
El Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEEd) es dirigido y administrado por una Comisión Directiva integrada por seis miembros: dos designados por el Ministerio de Educación y Cultura; dos designados por el Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP); uno designado por el Consejo Directivo Central de la Universidad de la República (Udelar); y uno por la educación privada inicial, primaria y media habilitada. La actual Comisión Directiva se instaló en abril de 2016. Su presidenta es la Prof. Alex Mazzei
Existen problemas con respecto a la titulación de los docentes
«Existen graves problemas respecto a la falta de titulación de los docentes, en particular, en
educación media. En 2014, la proporción de profesores sin título era de aproximadamente un 42% y 31% en primer y segundo ciclo de secundaria, respectivamente, mientras que, en 2007, la proporción de docentes sin título en los programas de educación media técnico profesional era de aproximadamente un 55%. La falta de titulación de los docentes en educación media resulta ser más grave en los centros educativos públicos, fuera de Montevideo y en centros muy desfavorecidos. Esto probablemente afecta la calidad de los docentes,» señala el informe.
Avances positivos
La formación inicial de docentes presentó una serie de características positivas pero todavía se enfrenta a desafíos considerables
En Uruguay, existe una larga tradición de formación inicial de docentes. Un avance positivo fue la creación en 2008 del Sistema Único Nacional de Formación Docente, con la introducción de un currículo común en el país. Esto aportó una mayor coherencia a los programas en las instituciones y tuvo la ventaja de reducir significativamente la fragmentación de los diferentes currículos del sistema (incluso en las mismas instituciones).
Otra característica positiva es el hecho de que la formación para educación inicial se empareja con la de educación primaria, lo que asegura que el sistema educativo reconozca a ambos tipos de docentes en forma equitativa. Además, la formación de docentes de educación media está diversificada y tiene en cuenta las necesidades de los programas técnico profesionales: se ofrece formación específica a practicantes para enseñar en centros de educación técnica media. Cabe destacar que, si bien la cobertura es limitada, es positivo que el gobierno ofrezca becas para estimular la continuidad en el sistema de los estudiantes de los programas de formación docente.
Desafíos de formación
No obstante, en el ámbito de la formación docente existen algunos desafíos. «Primero, las tasas de culminación de formación inicial de docentes son muy bajas. Esto se puede relacionar, al menos en parte, con el hecho de que las instituciones formación no organizaron sus programas, en cuanto a los requisitos del currículo y estrategias docentes, de forma de facilitar el éxito del tipo de población de alumnos al que atienden.»
«Segundo, en Uruguay, no se cuenta con ninguna acreditación de programas
de educación terciaria en instituciones públicas. En consecuencia, no existe ninguna evaluación externa formal de los programas de formación docente y estos no necesitan un proceso de acreditación en función de la calidad para funcionar. El resultado es que no existe ningún estímulo externo para la organización de los programas de formación inicial de docentes, ni incentivos para mejorar en forma continua su calidad.»
«Tercero, se debe repensar una serie de aspectos de la organización de los programas. Los docentes reciben poca preparación para atender las necesidades especiales en los
centros educativos tradicionales, enseñar en grupos de multigrado (es decir, enseñar simultáneamente a alumnos de diferentes grados escolares) y enseñar en los centros educativos rurales. Adicionalmente, la organización de los estudios de formación para docentes de media está demasiado especializada. La mayoría de los programas prepara a los estudiantes para enseñar una disciplina específica (por ejemplo, Historia, Matemáticas) en lugar de prepararlos para dictar clases de disciplinas dentro de áreas relacionadas (por ejemplo, Historia y Geografía; Matemáticas y Física). Por último, no se imparten cursos o programas especiales para docentes sin título de educación media.»
«Esto resulta sorprendente en un contexto de gran proporción de docentes sin titulación de educación media,» advierte el informe.